Un nuevo día llegó y todos estaban ansiosos por seguir leyendo la vida de Cara. Una vez que todos terminaron de desayunar se acomodaron para que pudiera dar inicio la lectura.
– Me gustaría leer el capítulo de hoy. – dijo James.
– No creo que sea buena idea. – dijo Harry en un susurro a sus amigos – Si el capítulo habla sobre nuestro primer día, estoy seguro que no le agradará nada.
– Asesinará a Snape cuando lea la parte de la primera clase de pociones. – comentó Ron en voz baja.
– Yo leeré este capítulo. – anunció Elijah, quien estaba atento a la conversación del trío de oro. – Usted puede leer el siguiente joven Potter.
– Estoy de acuerdo con él. – dijo Harry – Papá, tu puedes leer el siguiente.
– De acuerdo. – dijo James haciendo puchero.
– Bien. – dijo Elijah y tomó el libro – “Las clases”
Ya era de mañana y me estaba alistando para empezar las clases, al salir me topé con Hermione en la sala, nos sonreímos y salimos al Gran Comedor.
Admito que en el camino nos perdimos unas cuantas veces, las dichosas escaleras no se quedaban quietas, por lo menos Peeves no nos molestó, solo lo miré mal y se retiró.
– Es bueno que haya alguien que lo pueda controlar además del barón sanguinario. – dijo un alumno de sexto año de la casa de Slytherin.
Al llegar no se hicieron esperar los susurros hacia mi persona y mi hermano, si no fuera porque Hermione me puso la mano en la boca varias veces, ya les hubiera dicho hasta del mal que iban a morir.
– ¿Por qué impediste que lo hiciera? – dijo uno de los gemelos, Fred.
– Hubiera sido divertido ver eso. – siguió George.
Luego de desayunar nos dirigimos a Transformaciones, fuimos las primeras en llegar y McGonagall nos dedicó una sonrisa, luego de un rato llegaron los demás menos Harry y Ron, los cuales al entrar se encontraron que McGonagall los esperaba convertida en gato.
– Es que nos quedamos dormidos – dijo Harry.
– Dormidos y perdidos. – aclaró Ron – Es justificable siendo el primer día.
Después de regañarlos los mandó a sentarse, los dos me miraron y yo les dediqué una sonrisa burlona y ambos me sacaron la lengua.
– Transformaciones es una de las materias más complicadas y peligrosas que aprenderéis en Hogwarts – dijo – Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya estáis advertidos.
Al terminar de decir eso transformó el escritorio en cerdo y lo volvió a su forma original. Mientras pasaba la clase, todos se daban cuenta de que no era tan fácil como parecía. Después de anotar varias cosas nos puso a convertir una cerilla en una aguja, pero las únicas que lográbamos hacerlo fuimos Hermione y yo, bueno la verdad yo lo había hecho como 5 veces hasta que la profesora me mandó a parar, sin embargo, nos dedicó una excepcional sonrisa.
– Al parecer son unas increíbles alumnas. – dijo Minerva.
– Gracias, profesora. – le dijo Hermione.
– Cara y Hermione, son las mejores brujas de nuestra generación. – dijo Neville.
Luego de ese día siguieron las demás clases, Herbología con la profesora Sprout, la jefa de la casa de Hufflepuff, nos indicaba que hacer y debo de admitir que se me da bastante bien, aunque no tanto como a Naville.
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Leyendo: La Heredera de Merlín.
FanfictionEra 1975 y apenas empezaba el quinto año de merodeadores.