Maratón 3/4
Una vez que todos terminaron de almorzar, se volvieron a acomodar para darle seguimiento a la lectura.
– ¿Quién leerá? – pregunta Kira, quien aún tenía el libro.
– Lo haré yo. – dice Blaise Zabini, dirigiéndose a tomar el libro. – Espero que esta vez no nos dé el susto de elevarse y empezar a narrar. – dijo mientras buscaba el capítulo que correspondía. – “Bajo las patas de Fluffy y Final del Año”
Todos estábamos nerviosos con los exámenes (no es cierto, yo no), sin embargo, no sé cómo carajos descubrieron estos que Voldy quería el Elixir de la Piedra Filosofal ¡Malditos Críos!
– Bueno, después de tantas investigaciones, teníamos que descubrirlo.
– Lo iban a descubrir de una forma u otra. – dijo Carlisle – Es el destino.
De cualquier forma, con los exámenes teníamos suficiente estrés, los escritos para mi fueron los peores, ya que el calor era asfixiante y me costaba concentrarme.
Los prácticos fueron más fáciles, el profesor Flitwick nos llamaba uno a uno a un aula vacía para ver si podíamos lograr que una piña bailara claqué sobre el escritorio ¡Fácil!
La profesora McGonagall nos observó mientras transformábamos un ratón en una caja de rapé, y las bonitas ganaban puntos, pero los perdían si tenían bigotes. “También fácil!
Lo peor para la mayoría (menos Slytherin y yo) fue pasiones, me hacía gracia como Snape se colocaba detrás de ellos para vigilar que no cometieran errores y eso era justo lo contario a lo que pasaba ya que su presencia los ponía nerviosos ¡Súper fácil!
– Para ella era todo fácil. – dice Pansy – Después de todo es la mejor bruja de nuestra generación junto a Granger.
El último examen fue Historia de la Magia, gracias a mi memoria fotográfica (gracias padre), fue sencillo y en 20 minutos lo terminé, pero de igual forma no dejé de celebrar cuando acabamos.
Estábamos sentados en el lago debido al calor, y escuchaba a Hermione volver a repetir los exámenes y a Ron quejarse para que dejara de hablar.
– ¿Y cómo no me iba a estar quejando? – dice Ron – Cuando uno sale de exámenes, lo último que quiere es volver a escuchar sobre ellos.
– Te entiendo. – dice James – A mí me pasa igual.
A Harry le dolía la cicatriz, hasta que de un salto se levantó y yo sabía para donde iba.
Comenzó a decir todo sobre el extraño que tenía el huevo de dragón y que Hagrid se lo encontrara, hasta que llegamos frente a su cabaña.
Hagrid nos comenzó a explicar, hasta que se le escapó que Fluffy se calmaba con música, y se enfureció consigo mismo, pero cuando iba a decirnos algo, ya nos habíamos marchado.
Estaban como locos buscando a Dumbledore, cuando escucharon a la profesora McGonagall detrás de ellos, cargada de libros.
– ¿Qué estáis haciendo aquí ustedes cuatro? – preguntó.
– Queremos ver al profesor Dumbledore. – dije Hermione con aparente valentía.
– Quieren ver al profesor Dumbledore – repitió – ¿Para qué?
– Es algo secreto. – dijo Harry y me quise dar un facepalm.
– Debieron decírselo a la profesora McGonagall. – dice Lily. – Ella les hubiera ayudado.
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Leyendo: La Heredera de Merlín.
FanfictionEra 1975 y apenas empezaba el quinto año de merodeadores.