Una vez que terminaron de almorzar y que las mesas quedaron limpias, procedieron a acomodarse para seguir leyendo.
– De acuerdo. – habla uno de los pelirrojo perteneciente a la familia Weasley – Está vez, leeré yo. – el dios nórdico del trueno le da el libro y este lee el título. – “Otra víctima y Fawkes”
A la mañana siguiente yo no me preocupaba por lo que los demás pensaran, y si me molestaba los miraba mal y ya.
Además, si analizo bien, yo soy la heredera, aunque los demás no lo sepan, la diferencia es que yo no abrí la Cámara, pero la cerraré, pero no pienso dejar que el basilisco muera, pobrecito, no es su culpa que Voldy esté loco.
– Insultar a Voldemort es la pasión de Cara. – dice Pansy.
– Yo no estoy loco. – dijo Tom con indignación.
– Sí lo estás, querido Lord Oscuro. – confirma James F.
Sabía que Harry estaría ahora con Hagrid, mientras yo estoy aquí pensando cuando me puedo convertir en animago. Ya tengo la hoja de mandrágora, y en una semana en luna llena debo ir al bosque prohibido para ver a mi animal. Espero que no sea una rata, aunque lo dudo, tal vez sea una serpiente, ja, irónico.
– Bastante irónico, sería eso. – dice Jasper.
– ¿Qué tipo de animago es? – pregunta Lucifer.
– No sabemos. – responde Hermione.
– Ni siquiera sabíamos que se convirtió en animaga. – dijo Harry.
Luego de terminar Herbología, me dirigí a la Sala de Menesteres, debo lograr una forma de utilizar la luz para dominar a los dementores, no solo con el patronus.
Sé que ellos son débiles a este elemento, pero no creo que una mano brillando les de miedo, tal vez un láser o aún mejor ¡Látigos! Sí, eso sería genial, pero no creo que me salga a la primera, debo esforzarme.
Me dirigí por el mismo pasillo que Harry. Al llegar lo divisé viendo a Justin en el suelo y a Nick colgando del techo. Me acerqué le toqué el hombro.
– Harry, todo estará bien, vete de aquí. – lo vi de forma seria.
– No Cara, creerán que tú lo hiciste. – me dijo.
– Sabes que a mí no me importa. Venga, vete. – lo empujé.
Pero antes de que pudiera irse, apreció Peeves y yo maldije en mil idiomas.
– ¡Vaya si son los Potter! – dijo escandaloso como siempre – ¿Qué traman, Potter? ¿Por qué acecha?
Al darse la vuelta, vio a Justin y a Nick, y antes de cualquiera de nosotros pudiera hacer algo, gritó.
– ¡AGRECIÓN! ¡NINGÚN MORTAL NI FANTASMA ESTÁ A SALVO! ¡SÁLVESE QUIEN PUEDA!
– Ese maldito fantasma. – dijo Sirius.
Maldito fantasma, ya luego le daré su merecido.
Debido al grito del escandaloso se fueron abriéndose las puertas y llegando alumnos y profesores a donde nos encontrábamos.
A Harry y a mí nos arrinconaron contra la pared. Estaba a punto de mandar a todos al demonio cuando la voz de Ernie de Hufflepuff llegó a mis oídos.
– Todos esos alumnos son unos hipócritas. – dijo Lydia. – Por cualquier cosa que pase, le están echando la culpa a Harry y luego cuando descubren la verdad, van y le hablan como si nada hubiera pasado.
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Leyendo: La Heredera de Merlín.
FanfictionEra 1975 y apenas empezaba el quinto año de merodeadores.