Leyendo: La Heredera de Merlín.

Capítulo 56

– Bueno sigamos con el siguiente capítulo. – pidió el director – Lo leeré yo. "Conociendo a los semidioses" – dijo una vez que obtuvo el libro.

– Oh, me acuerdo muy bien de ese día. – dijo Jason.

Quirón llamó a los demás en frente de la Casa Grande, la primera en llegar fue Annabeth que traía arrastrando a Percy, luego los hermanos Stoll, Leo Valdés, Piper, Jason, Hazel, Clarisse, Will, Frank y solo faltaría Thalía, pero ella está con las cazadoras.

– ¿Qué pasa Quirón? ¿Algo grave? – preguntó Annabeth.

– ¿Por qué creíste que pasaba algo grave? – preguntó el James del pasado.

– Porque cada vez que nos convocaban a todos en la casa grande es porque hay algún problema. – respondió simplemente Annabeth.

– Y cuando hay problema es por culpa de alguno de los dioses. – agregó Cara.

Los dioses no hicieron otra cosa que hacer una mueca. Ellos sabían que la chica tenía razón, pero nunca lo admitirían.

– Tranquila Annabeth, solo es para presentarles a una nueva campista – dijo Quirón.

– ¿Nueva campista? Genial -dijeron los Stoll.

– Esos son los gemelos Weasley, pero de otro mundo. – dijo Blaise.

– Así es, su nombre es Cara Ryddle – dijo el señor D.

– Señor D, usted nunca dice un nombre bien, ¿Porque la presenta? -preguntó Leo.

– De hecho, lo ha dicho bien -dijo Nico y todos se asombraron.

– Lo hizo porque es alguien con importancia. – dijeron los del futuro.

– Vaya, quiero conocer a la que sea capaz de hacer que el señor D recuerde su nombre – dijo Piper asombrada.

– Esa sería yo – salí de atrás de Quirón – mi nombre es Cara Ryddle, es un placer conocerlos.

Todos quedaron tontos al verla, Percy boqueaba como si fuera un pez, los Stoll de quedaron de piedra, Leo tenía una sonrisa de estúpido en la cara, Jason estable serio, pero en estado de shock, a Will le salió su lado Apolo y sonrió coqueto, Frank quedó con la boca abierta de la impresión y a Nico simplemente se le pusieron las orejas rojas al verla sonreír.

– Todos los chicos siempre quedan tontos al conocer a Cara. – habló Hermione.

– Oh, por todo lo sagrado, ¿por qué tienen que haber más moscas alrededor del pastel? – protestó Harry, ganándose asentimientos de parte de Gallert y Tom.

Las chicas la admiraron, era hermosa, eso no se podía negar, parecía hija de la misma Afrodita, pero al ver las caras de los chicos, rápidamente se pusieron celosas.

– Y esa siempre va a ser la reacción de la mayoría de las chicas al ver a nuestra reina. – sonrió Kol.

El señor D aún estaba shockeado, ¿Como fue que está niña llegó allí? Uff los dioses iban a tener que correr, el incluido.

– Un placer, soy Will Solace, hijo de Apolo – dijo coqueto y todos lo miraron raro.

– Un gusto igual, espero llevarnos bien – le dije coqueta de igual forma y se sonrojó.

– Yo tenía que haber estado allí para espantar a las moscas. – negó Harry – En tu próximo viaje me vas a llevar contigo. – le dijo a su hermana con un tono que decía que no tenía opción.