Capítulo 26

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– Yo leeré esta vez. – dijo la loba Hale. – “Poción multijugos y celos” – lee cuando Fred le entrega el libro.

A la mañana siguiente me levanté temprano, me vestí y ante las caras pálidas de mis compañeras y la de confusión de Hermione, dejé a Hades acostada en mi cuello.

Al salir al pasillo los rumores de lo que había pasado con Justin y Nick se oían en todos lados. Todos parecían más preocupados sobre como un fantasma le podía pasar eso, sin embargo, al verme y más con Hades se callaban y palidecían, cosa que me hacía gracia.

– Si ser chismoso fuera una materia de esta escuela, todos aprobarían. – dice Kai.

– Cierto. – admite Bellatrix.

Me senté en el comedor bajo la mirada de todos, pero me daba igual, a fin de cuentas, seguirían hablando de mí.

– ¿Esos idiotas no tienen nada mejor que hacer en su vida? – dice Kol.

– Su vida solo se centra en hablar de Harry y de Cara. – dice Theo.

Sentí dos presencias a mis lados, y me giré para ver a un gemelo Weasley a cada lado, ambos sonriéndome, les hablé devolví la sonrisa y hablé.

– ¿Qué pasa? – le dije.

– Eres atrevida. – empezó Fred.

– Muy valiente. – siguió George.

– Para venir. – siguió Fred.

– Con una serpiente – continuó George.

– Al comedor. – Fred.

– Con todo lo que se dice de ti. – George.

– Nos gustas, toda una Gryffindor. – dijeron a la vez.

– Me gustan esos chicos. – dijo Canuto.

– Me alegro que ella no se deje llevar por los absurdos comentarios de los estudiantes. – dice Remus.

– Bueno, pues muchas gracias, pues les diré que me da igual lo que digan los demás, además tengo a Hades desde primer año y ya estaba aburrida de estar de encerrada. – les dije y abrieron los ojos.

– ¿Cómo nunca nos enteramos de eso? – dijeron a la vez.

– Siempre estaba en mi cuarto o debajo de mi túnica, no quería que nadie se asustara por ella, pero ya da igual, así que decidí no dejarla más encerrada. – les dije.

– Genial. – volvieron a hablar.

Terminé de desayunar y salí de allí, sé que Harry, Ron y Herms están sospechando de Draco debido a que no irá en Navidades, pero no pienso meterme en nada de eso.

– Ella tendría que ayudarlos. – dice la pelirroja Evans.

– ¿Y cómo quieres que los ayude si ellos son unos obstinados? – Dice Regulus – Desde un principio ella les está diciendo que el teñido menor de los Malfoy no tiene nada que ver, pero ellos no hacen caso, tengo cosas más importantes que hacer.

Algo bueno, era que los gemelos Weasley se tomaban esto a juego, me parecía gracioso como Percy los regañaba y ellos les importaba un comino. La que me preocupaba era Ginny, así que decidí hablar con ella de vez en cuando para que se tranquilizara.

Los días pasaron hasta que llegó Navidad, Hermione nos despertó, por lo menos a mí, luego de ir a ver la poción y me puse a observar mi regalo, dulces de Harry (sobre todo chocolate), libros muggles de Herms, suéter de la señora Weasley, artículos de broma de los gemelos y tres cajas muy especiales. (regalos en multimedia)

Leyendo: La Heredera de Merlín.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora