Capitulo 17

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Amber salió de sus pensamientos cuando vió como su madre se alejaba suavemente de dónde quedaron paradas y siguió con paso ligero hacia un nuevo destinó.

La joven de brillantes ojos verdes entró detrás de su madre a una nueva tienda que no reconoció. Al parecer esa pobre tienda sería destruida o remodelada en el futuro.

“El jardín del Lilith” no le era para nada familiar, la tienda era fascinante, era más amplia por dentro que por fuera y los pisos en ves de ampliarse hacia arriba lo hacían hacia bajo.

Todo el lugar estaba lleno de terrarios y habitats, dónde la flora y fauna mas variada se encontraron viviendo. Desde pequeños anfibios hasta lo que parecían pequeños cachorros de leones. Mágicos asumió la menor, porque ella estaba completamente segura de que los leones normales no tenían un pelaje tan lustroso, como la seda y sus pequeñas garritas fueran de oro puro.

-Madre- susurro Amber hacia una muy relajada Celeste que miraba con diversión un par de ranitas verdes, que la miraban con sus grandes y saltones ojos rojos -¿Que estamos haciendo aquí?-.

-Buscando un par de lechuzas y un familiar para ambas- respondió con simpleza la morena mayor.

-No creo estar lista para una nueva lechuza- dijo Amber con profundo dolor en su mirada, el recuerdo de su amada Hedwig cruzó su mente.

-Creeme cariño, estás lista para recuperar una lechuza-.

La forma en que dijo esa frase, se le sentó de mala augurio a la jovencita que se puso en alerta máxima cuando sintió pasos tras de ella.

Se giró con suavidad, un movimiento rápido pero sutil, notando que la persona que se había acercado en completo silencio era un hombre en sus cuarenta, con una sonrisa amable y ojos amarillos como los de un Alcón, de espesas cejas negras y una barba negra canosa qué le daba un aire de nobleza que se incrementaba con su postura firme y su buen vestir.

-Bienvenidas al jardín de Lilith, soy Angelo Luzbell Garden, el dueño y guardian de este lugar- una reverencia perfectamente elegante y una sonrisa demasiado seductora, que agitó un millar de banderas rojas en la mente de la menor-.

-Guarda tu imitación barata y poco grata y dime- Celestes se giró con suavidad y gracia, pero sus ojos y voz gritaban furia y sed de sangré -¿DONDE ESTA LILITH Y SU ESPOSA EVA?-.

El galán se puso a la defensiva y sus ojos dorados de volvieron fríos y cautelosos, Amber también sintió que su cuerpo se ponía tensó, sus ojos verdes miraron sutilmente el lugar. Analizando una ruta de escape y un plan de batalla en segundos.

Su experiencia como Auror y sus traumas por su tiempo en la guerra, la tenían como una arma pequeña, eficiente y letal.

Celeste siseó como un gato furioso y dió un paso más cerca del extrañó, arrastrando sutilmente a una muy alerta jovencita a su costado y mirando con sus ojos azules que estaban cambiando de color lentamente a uno morado rojiso entre más aumentaba su rabia.

-No volver a preguntar- siseó Furiosa Celeste.

-Estan amarradas dentro de la oficina”- siseó una  vocesita pequeña.
Amber se giró y vio una pequeña Coralillo que se arrastraba en su terrario, su pequeña legua bífida se agitaba nerviosa.

-Llevan días en ese lugar- agregó una mamba negra que estaba más cerca de la oficina y la que abría su boca en amenaza a la espalda del extrañó.

-El llegó y se llevó a las damas dejándonos sin comer- una inmensa pitón albina bufaba llena de ira -“tanta hambre”-.

-“Dejen de tratar avisar” - se quejo una hermosa King Cobra albina, Sus brillantes ojitos rojos estaban llenos de furia y su capucha se amplio en iun arranque de rabia -“Los humanos no hablan nuestra lengua"-.

-Madre- hablo Amber con una sonrisa malisiosa con su mirada fija en la Cobra y al tipo que se mantenía en silencio y tensó en su vista periférica -ambas damas están amarradas y amordazada en la oficina, desde hace días-.

La sorpresa y conmoción en el hombre fue divertida, pero lo que arrancó una pequeña carcajada de sus labios fue la absoluta conmoción en los rostros de las biperinas.

El tipo al verse descubierto, trato de atacar a las damas, pero cometió un error fatal. El movimiento rápido asunto a Amber y su magia accidental reaccióno y como hace tantos años atrás volvió a desaparece el vidrio que contenía a una pitón.

Lamentablemente está pitón tenía hambre y con una velocidad impropia de su gran y pesado cuerpo se abalanzó sobre el desprevenido hombre, sus poderosas mandíbulas se cerraron en su cuello y su cuerpo largo y músculos lo envolvió en su letal abrazo y comenzó a comprimir.

-bon appetit- dijo Celeste sin siquiera mostrar incomodidad al escuchar la respiración trabajosas del desgraciado y el ruido de su huesos rompiéndose ante la fuerza titánica de ambrienta pitón, pasando por alto el siseó agradecido miro a su hija y exclamó con una sonrisa divertida -Adoro que sepas Parsel-.

-¿Tu no puedes hablarlo?- pregunto Amber ligeramente impactada.

-La muerte es universal, entiendo todos los idiomas- Celeste se giró para mirar a los ojos a su hija -Pero solo entiendo la lengua Parsel si lo habla un humano o humanoide, no puedo comprender el idioma si lo hace un animal-.

-Curioso-.

-¿Quien se parece ahora a Dumbledore?- Celeste sintió con burla a su hija.

-Iugh-.

-Vamos a rescatar a esas dos-.

Amber siguió a us madre y entro a la oficina, viendo inmediatamente a dos mujeres amarradas con u a soga y en sus tobillos unas bandas supresoras de magia.

El cuerpo de la adolescente se movió de manera experta, la memoria muscular de sus años como Auror volvieron a tomar el mando, tomo el pulso de ambas para comprobar su supervivencia, luego desató con suavidad los supresores de magia. Para que el cuerpo de ambas se regulará, la magia podría curar daños menores mientras ella asistía los mayores.

Luego desató a la mujeres y con gentileza las envolvió en su magia para saber que tan mal estaban, su magia recorioo con suavidad y calan el cuerpo de ambas estudiando sus daños y trato de se ayudar la magia propia de ellas a curar dolencias y malestares.

Luego de unos intensos minutos Amber retrajo lentamente su magia y miro a su madre que la miraba con profundo orgullo.

-Ambas están bien dentro de todo, deshidratación severa y principios de inanición, no hubo agresión sexual ni física- Celeste suspiro llena de alivio al escuchar que no hubo agresión sexual.

-Movamosla a su departamento y ayudemos en lo de he podamos-.

Amber no respondió solo siguió a su madre, cargando a las damas en unas camillas conjuradas que las levito detrás de ella, mientras seguía a su madre fuera de la oficina y volviendo a la recepción, dónde una muy felíz pitón estaba empezando a tragar su alimento.

Celeste guío a su hija, por el costado derecho de la recepción, acercándose hacia el terrario de una imponente boca de algodón que las miraba con sospecha y una ligera gratitud en su diminutos ojitos, un par de pasos lejos de él terrario había una falsa repisa que escondía una puerta que daba al departamento de las dos damas inconsciente.

El departamento era acogedor, un diseño simple y hogareño, colores pastel y blancos saludaban de las paredes, llenos de adornos y fotografías de ambas mujeres sonrientes.

Amber dejo con suavidad a las damas recostadas en el gran sofá que están en el medio de la sala.

-Ahora esperar que ellas despierten por su propia cuenta- dijo Celeste sentándose al lado de una de las mujeres.

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