Adrián:
-Genial, y ahora se pone a llorar.
Escuché decir de Mauro mientras me encontraba tallando mis ojos que no paraban de lagrimear. Los sollozos que salían de mi pecho hacían que mi llanto se escuchara aún más alto. Estoy seguro de que mi cara debía de estar más roja que un tomate maduro, ya que al ser tan blanco, cualquier emoción vergonzosa o de enfado me hace poner de este color.
-O-Oh...Adrián...L-Lo..., realmente no quise decir...N-No fue mi intención hacerte llo-...
-No...
Interrumpí levantando por fin el rostro. Suspiré profundamente y, luego de limpiar los últimos restos de lágrimas que quedaban en mis mejillas, parpadeé dos veces ya que nuevamente las ganas de llorar se hicieron presentes. Al mirar el rostro de Lía pude notar un pequeño incentivo de culpa, sin embargo, lo dicho dicho se queda. Incluso si fue debido a esa mala noticia, está de más decir que fue muy cruel con sus palabras.
-Tienes razón. En cada cosa que dijiste la tienes.
Comenté así sin más abrazándome a mi mismo y bajé nuevamente la mirada. Obviamente que yo no me creía lo que había dicho, puesto que mi objetivo nunca fue el de usar a Lía como un tipo de escudo para las agresiones de Carlos y tampoco quería dañar a Marco de esta manera. Fue algo en lo que los dos fuimos culpables. Él por no dejarme tranquilo y yo por puro miedo a terminar igual que papá.
Si ahora estamos como estamos, gran parte de eso es culpa de él.
Con esto solamente estaba tratando de dejar las cosas como estaban para no darle más riendas al asunto, abogar por mi inocencia estaba confirmado que de todas maneras sería en vano. Ya me cansé de luchar por lo mismo y no ver nigún tipo de avance. Tampoco quiero el perdón de nadie. Si creen que fue a propósito pues...pues es su problema, no el mío.
-Pero, no entiendo. Si tanto daño les he causado, ¿por qué no me dejan ir entonces? Q-Quiero regresar a mi mundo...Ya no soporto estar aquí ni un minuto más.
Alegué. La felina me miró confundida.
-¿Quién? ¿Quién no te deja ir, Adrián? Yo te prometí que te iba a ayudar, ¡pero debes darme tiempo! Tenemos que hablar de esto que pasó y de cómo fue que hiciste para que Marco terminara así.
-¿H-Hablar?
-Sí. Y con Carlos también, él es el mayor de nosotros y por ende debe tener carta en el asunto. Me interesa hacerle unas cuantas preguntas porque al parecer ese tonto también planeaba ocultarme esto por siempre.
-N-No con él no...Carlos jamás debe saber que Marco cayó en coma, o si no...
Me mordí la uña del dedo pulgar con nerviosismo. La verdad no estaba muy seguro de contarle sobre la amenaza que esa bestia me había hecho.
Cielos, hablar con ese tipo sería súper imposible. Es que de imaginarme el posible caos que se formaría si Lía le dice que su hermano está en coma por mi culpa, se me pone la piel de gallina. Dos cosas, si no me mata a puñetazos o me descuartiza vivo, me dejará para siempre en este mundo. Cualquiera de ellas son de lo peor.
-¿O si no qué?
Preguntó la chita.
-Nada. Sólo no debe enterarse.
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DEPREDADOR [Gay/FurryxHumano] +18.
Romance‼️ATENCIÓN‼️ ¡Todos los personajes que aquí aparecen son MAYORES DE EDAD! Si el lector que está leyendo es menor de 19 años, por favor pido que deje de leer el libro para no causar problemas a futuros. ¡Esta historia no está destinada a PÚBLICO MENO...