[Treinta minutos antes]
...
Carlos:
Debo reconocer que estuve a punto de retractarme sobre la fiesta y bajar del auto. El viaje de camino al Bar V.I.P. resultó ser incómodo, molesto y estresante. Tres cosas que aborresco con toda mi alma.
Primero, porque las chicas me hicieron venir sentado por obligación en el asiento trasero, y segundo, porque tuve que aguantar más de veinte minutos de viaje escuchando las maravillosas aventuras que tuvo Bibiana cuando estuvo en España. Aunque mi hermana parecía bastante interesada en el tema, por otra parte me encontraba yo que no dejaba de mirar hacia la ventanilla del auto mientras rezaba internamente para que ya se callara el hocico.
Cosa que obviamente nunca ocurrió.
...
Con suerte el tormento se acabó cuando Bibi detuvo el auto frente al enorme bar, el cual poseía un inmenso y llamativo cartel color rosa con las letras VIP, en luces de neón. Mismas que iluminaban toda la fachada y el parqueo que este tenía a la entrada. Las primeras en bajar como balas fueron ellas, y luego les seguí yo que caminaba algo más recogido para hablar claramente.
Con las manos metidas en mis bolsillos y un lento caminar, inspeccionaba todo a mi alrededor. Se sentía raro. Obviamente no soy primerizo en esto, lo que pasa es que no recuerdo cuando fue la última vez que vine a cosas como esto. Oh bueno, sí, sí lo recuerdo, fue mucho antes de que papá muriera.
Eso si le sumamos que, al parecer, también estaba siendo el foco de las jóvenes miradas que se encontraban en el parqueo. Digo jóvenes, pero realmente me estoy refiriendo a chicos y chicas menores de edad. Niños de biberón que no saben ni siquiera lo que quieren para estar en este tipo de lugares. Hump, se ve que no tienen un buen padre que los discipline. Un sólo fin de semana conmigo y los hago hasta marchar.
Marcos y Lía, que no son niños ya, saben exactamente cómo tienen que comportarse cuando no estoy de vena. O si no, también se ganan sus buenos palasos.
—¿Por qué le llamarían 'Bar V.I.P si sólo es un bar común y corriente? No le veo nada de lujoso.
Preguntó mi hermana mientras pasábamos debajo del cartel que se encontraba justo encima de la puerta de entrada. ¿No les digo si es burra? Viene a preguntar eso ahora después de que ha venido un centenar de veces aquí.
—Hay, querida amiga. Eso es charlatanería barata, es para atraer más clientes. Como dicen por ahí; "Usa un buen nombre y te diré cuántos seguidores tienes". Dímelo a mi, que actualmente el mayor número de seguidores que tengo es de 4.8M. ¡Y sigue subiendo!
Pronunció Bibiana con altanería. De hecho, fue tan ocurrente lo que dijo que tuve que sonreír disimuladamente mientras volteaba la vista. ¿Qué animal cuerdo seguiría a esta loca?
—¿Enserio? ¿Y cómo te llamas Bibi? Creo que yo aún no te he seguido en ninguna red social.
Comenté. Lastimosamente ella no captó el mensaje subliminal con una pizca de sarcasmo que le hice.
—Soy, 'bellaBibiana_44', en todas partes. Búscame, comparto contenido de la más alta calidad.
—Claro, lo tendré en cuenta.
ESTÁS LEYENDO
DEPREDADOR [Gay/FurryxHumano] +18.
Romance‼️ATENCIÓN‼️ ¡Todos los personajes que aquí aparecen son MAYORES DE EDAD! Si el lector que está leyendo es menor de 19 años, por favor pido que deje de leer el libro para no causar problemas a futuros. ¡Esta historia no está destinada a PÚBLICO MENO...