Cap. #7: Primera impresión.

707 96 1
                                    

Adrián:

-¡¿HOLA?! ¡¿Hay alguien ahí?! ¡¿Alguien que pueda escucharme?!

Llamé por décima vez en toda la maldita noche. Anoté otro fracaso a mi "Lista de fracasos" cuando no obtuve ningún tipo de respuestas. Parece ser que mi destino es estar atrapado en este laberinto de espejos sin fin por toda la eternidad, en un sueño que no estoy seguro que lo sea y en una realidad acabada de inventar por una loca del mundo paranormal. Suena gracioso, ¿no? Pues la verdad es que no lo es. De seguro ya es bastante tarde, lo puedo notar incluso estando aquí adentro. Froté mis ojos sintiéndome algo cansado y recorrí nuevamente el panorama llevándome las manos a mi cintura, pero por dondequiera que lo veía, nada cambiaba. Continuaba viéndome en disímiles formas y con cero señales del camino que ando buscando. Estaba perdido y bien perdido.

-Caracoles. ¿Es que nunca voy a salir de este lugar? Quiero irme a casa...Mi familia debe estar realmente preocupada preguntándose qué me pasó. ¡Vamos, sólo necesito que aparezca el maldito camino a la salida!

Dije sosteniendo una conversación conmigo mismo puesto que si seguía callado juraría que me iba a volver loco. Comencé a caminar de nuevo palpando lentamente el cristal de los espejos para evitar que alguno se interpusiera de pronto en el medio. Créanme que ya han sido varias las veces en las que estúpidamente me he pegado con estos en el rostro. Definitivamente odiaba este lugar. ¡Al fin y al cabo de tanto girar, doblar, avanzar, retroceder, subir y bajar! Descubrí lo que podía describir como una enorme y gruesa cortina color rojo vino que colgaba desde el techo de la atracción hasta el piso. Así que supuse que al fin había encontrado la puerta de salida de este infierno de cristal.

-Cielos. ¡Por fin! ¡Ya voy a salir de esta maldita casa!

Grité eufórico como si me hubieran dado la noticia más fabulosa de mi vida, no dudé ni un segundo para atravesarla y cruzar al exterior. Igual que pasó en el túnel, una luz me cegó por instantes y cuando ya pude ver con claridad lo que me rodeaba, mi sonrisa se fue al demonio.

-Y ahora...¡¿En dónde rayos aparecí?!

Comenté como si no supiera que había aparecido en cualquier lugar menos en el parque de atracciones que Heimy me había enseñado antes. En este caso, ahora era el desolado callejón de algún lugar. ¡¿Hasta cuándo iba a durar esta aventura?! Me sentía como Alicia en el País de las Maravillas. Mi nariz se contrajo y rápidamente la cubrí con mis manos al sentir un asqueroso aroma inundando todo el sitio. No tardé en darme cuenta que se trataba de un bote de basura a mi lado que expulsaba mucho mal olor. Hice una mueca de asco y me dí la vuelta. Abrí los ojos como platos al no encontrar La Casa de los Espejos por ningún lado. Frente a mi sólo se hallaba un alto muro de ladrillos pertenecientes al callejón, y más para arriba, se podía distinguir un cielo estrellado en su totalidad.

La furia, el miedo, la consternación y la impotencia me llenaron, haciendo que comenzara a golpear repetidas veces el muro con las palmas de mis manos.

-¡No, no, no! ¡APARECE MALDITA SEA! ¡Quiero irme a casa! ¡¡A CASAAA!!

Mientras continuaba golpeando como si no hubiera un mañana, sentía como las lágrimas se deslizaban una por una por mis mejillas. Me estaba desesperando, mucho. ¿Será que nunca volveré a la verdadera realidad? ¿Me quedaré estancado aquí y nadie me va a recordar?

-¡NOOO! ¡NO PUEDO DEJAR QUE PASE ESO! ¡Tengo que volver a como dé lugar! ¡L-Le preguntaré a alguien, buscaré un camino o algo! ¡Pero Heimy no puede tener la razón! ¡No puede!

DEPREDADOR [Gay/FurryxHumano] +18.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora