Carlos:
Fruncí el ceño ante la escena que estaba presenciando allá abajo justamente a la entrada del edificio. Adrián todavía no se había percatado de que en todo el tiempo que se ha pasado hablando con ese tiburón, yo los he estado vigilando desde el balcón del departamento. Es más, fue tanta la casualidad de que en el preciso momento en que había salido hasta aquí para tomar algo de aire, los ví acercándose por la acera, el mayor ayudándole con lo que debían ser las cosas que le encargué al humano.
-Humh. Así que era por esto que te demorabas tanto, pequeño y promiscuo Adrián...Que bien. Veamos que con que mentira me sales ahora.
Hablé para mí mismo y entré al departamento luego de verlos despedirse y de que el humano le dijera al otro que no viniese a visitarlo. Entonces, como sé que este no se va demorar mucho en el trayecto hacia acá. Me senté frente a la televisión y procedí a colocar una película cualquiera con tal de hacerme el que no sabía ni un pepino. Sin darme cuenta seleccioné una de terror que ni siquiera supe si ya la había visto o no.
Pasaron algunos breves minutos. Para ese instante ya tenía los pies subidos y todo en el sofá. Me había sugerido tanto en la acción de lo que estaba viendo que cuando golpearon a la puerta, caí en cuenta de que estaba esperando al humano para darle un buen sermón.
Le puse pausa a la película y caminé con las almohadillas de mis patas descalzas hacia la puerta. Cabe destacar que producto a la incertidumbre que me causó la demora de Adrián, todavía no había podido ni tomar un baño. Por lo que solamente traigo puesto el pantalón de esta mañana y el torso al descubierto. Todo mi pelaje expulsaba un aroma a sudor para nada agradable.
Lo primero con lo que me encontré apenas abrí la puerta, fue con la mirada verdosa atenta de Adrián. Mismo que, debido a la grandísima diferencia de tamaño que nos ocupa a los dos, tenía yo que inclinarme un poco hacia él para que a este no se le hiciera tan incómodo el mirarme. Aunque para mí, fuera todo un martirio.
-¿Te has dado cuenta de la hora que es?
Inquirí utilizando mi mejor cara mientras me recargaba en el marco de la puerta para bloquearle el paso al interior, crucé mis brazos y levanté una ceja para ponerle mayor expresividad a mi momento de regañarlo.
-Sí, lo sé. Se me pasó un poco el tiempo. Lo siento.
-¿Y crees que un "lo siento" te va servir para darle más creatividad a tu excusa barata? No. No te voy a dejar entrar ahora.
-¡Pero es la verdad!
-¿La verdad de qué? ¿De que estabas haciendo cosas raras con el tiburón aquel que te quiso follar y por eso llegas tarde? Sí, no pongas esa cara, lo ví todo desde el balcón.
Comenté echándome a reír por lo descarado que Adrián estaba siendo al tratar de ocultar esa información. Este último golpeó en el piso con su zapato y posteriormente me maldijo con la mirada.
-Hay, por favor, Carlos. Bruno y yo no estábamos haciendo nada de lo que piensas. Además. ¡Fue solo un par de horas! ¿Qué más quieres que haga para que me creas? No me digas que te chupe el pene otra vez porque no lo haré.
-¡¿C-Cómo dices?!
-Nada. Ahora a un lado, voy a pasar.

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DEPREDADOR [Gay/FurryxHumano] +18.
Romance‼️ATENCIÓN‼️ ¡Todos los personajes que aquí aparecen son mayores de edad! Si el lector que está leyendo es menor de 19 años, por favor pido que deje de leer el libro para no causar problemas a futuros. ¡Esta historia no está destinada hacia el públi...