DEPREDADOR [Gay/FurryxHumano] +18.

Cap. #36: Navegación oscura.

[Días antes]
...

Máximo:

—Ah, eres tú, Dereck. ¿Al fin te dignas a aparecer? Pensé que no lo harías nunca. Anda, pasa. Tenemos mucho por hacer.

—Joder, Máx. ¿Ni siquiera vas a saludarme?

—¿Enserio? ¿Cuándo has visto que soy tan amable? Por cierto, apaga el cigarrillo antes de entrar. Aquí no se fuma.

Un gesto de molestia fue lo que me lanzó el lobo. Seguidamente le dió una última y profunda calada al cigarrillo antes de entrar. Como siempre, este traía las manos metidas en los bolsillos y una puta cara de mala muerte, mirándolo todo como si fuera la primera vez que viene a mi casa.

—¿Qué tanto miras?

—Nada. Es que me parece que cada vez que vengo a tú casa tienes algo nuevo comprado. ¿Cuál es la necesidad de gastar tanto dinero por gusto?

—Dereck, el dinero se hizo para gastar. Déjame disfrutar de los beneficios de una vida fácil.

Comenté dándole un toque en el hombro y le pedí que me acompañara hasta la habitación de arriba. Referente a lo que dije antes, sí es verdad que mi vida podría considerarse acomodada.

Mi familia estaba compuesta por tres hermanos, y digo 'estaba', porque uno de ellos falleció hace mucho pero mucho tiempo. Mi madre Olivia, quien actualmente trabaja como una prestigiosa abogada en la capital y casada con el mejor cirujano de toda la región. Mi tío Rodrick, uno de los banqueros de esta cutre ciudad. Y por supuesto, el muerto tío Roger.

Él era bueno aunque algo débil de mente, eso no lo podemos negar. Puedo decir que actuó conmigo mucho mejor que con cualquier otro.

El aura que siempre lo rodeaba era tan abrumadoramente paternal, que el dolor de su muerte tardó días en desaparecer. Era un hombre destinado a vivir rodeado de poder y posición puesto que poseía un nivel intelectual envidiable. Pero. ¿Qué fue lo que lo hizo caer en el fracaso?

Sí, desde el fatal momento en que se le metió a la cabeza adoptar a 'tres pequeños y pobresitos niños de orfanato', su vida cayó en la más pura desgracia. Como sabía que toda la familia estaba en contra de esa absurda adopción, empacó sus maletas y se largó con ellos. Algo que en su momento me dolió pues yo lo quería.

Apostó por el amor de unos cuantos cachorros que ni siquiera eran de su sangre. Ese mismo amor incondicional que sentía por la pandilla de Carlos y sus hermanos, fue lo que acabó con él. De no haberlos adoptado aún seguiría entre nosotros. Estúpido. Espero que esté sufriendo dónde sea que se encuentre.

—¡Jajaja! Realmente me gustaba esa chica pero...ñeh, no estaba para sus crisis de dramatismo...En fin. Aún no me has dicho para qué me hiciste venir. ¿Debe ser importante no?

Comentó él mientras nos encontrábamos subiendo las escaleras.

—Te lo diré, pero habla bajo. De seguro Bibi está haciendo sus ridículas transmisiones en vivo sobre el cuidado del pelaje y esas bobadas suyas. No quiero que lo sepa.

—¿Ok?

—Necesito que me ayudes a entrar de nuevo al sitio ese donde se vendía todo tipo de mercancía. Estuve intentando pero no supe colocar la dirección.