Cap. #30: Envidia.

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Adrián:

Para mi sorpresa aquellos dos se abrazaron con una afectividad que jamás creí ver, por lo menos, por parte del tigre. Sin embrago, tampoco me es tan nuevo si retrocedo en mi memoria a hoy en la mañana, cuando los ví en el gimnasio actuando de esta misma manera. Aún no acabo de entender quién es esta loba y que relación tiene con él. ¿Por qué se tratan como si se conocieran de toda la vida...?

Es...Espera un momento...Ahora me está llegando a la mente algo que dijo Carlos esa vez en la que todos desayunamos juntos en casa de Mauro, y que en un principio creí que se trataba de una mentira solamente. ¡Sí, claro que recuerdo esa escena muy bien! El mencionó:

"Delia. Una hermosa loba que conocí en el Bar. Lía, si la hubieras visto, tenía unas curvas perfectas y su voz...su voz era tan hermosa. Le pedí que pasara el DDA conmigo, ¿y qué crees? Aceptó. Así que hermanita, tu sueño de verme con un hombre se acabó. Porque lo hice con ella y fue realmente bueno. No me arrepiento."

Me estremecí por completo y, aprovechando que todavía ese par no se separaban, les dí la espalda a ambos mientras me llevaba las manos a la boca para cubrir mi expresión de sorpresa. ¿Entonces no era una mentira del todo? ¿Ese mismo día, antes de hacer lo que hizo conmigo, sí se encontró con esta chica? ¿Con...Delia?

No. Cuando me metió al auto luego de la 'casi pelea' con Bruno, este no parecía tener restos que indicaran que había sucedido allí ese tipo de situación. ¡Estaba limpio! ¡Sólo se llegó a ensuciar después de que yo le...Vale, ya comprendo lo que pasó.

A ver. Primero. Esa noche, Carlos me dejó en claro que yo le había estropeado el DDA al él no poder encontrarse con esta chica para tener sexo. Segundo. Me obligó a ser participe de lo que se suponía iba a hacer con ella. Y tercero. Me dejó en la casa del león para regresar de vuelta al Bar con ideas de entregar el auto. Lo que me hace llegar a una única conclusión.

Sea lo que sea que haya pasado. Seguramente fue en el trayecto cuando este volvió al Bar. Tal vez se encontró con ella y, para limpiarse los rastros de un gay sobre él, follaron. No hay de otra.

Descubrí mi boca lentamente y solté un ligerísimo jadeo. No me hizo falta tener un espejo al frente para saber que tenía mis labios apretados en una fina línea. ¡Por supuesto, todo cobra sentido! El haberlos visto juntos hoy, el que quiera borrar de su mente lo que tuvimos y ahora la supuesta cenecita a la que lo invitó, resalta lo obvio.

¡Son novios!

Sin embargo, eso no es lo que más me molesta...al menos, no del todo. Lo que realmente lo hace es, ¿el por qué tuvo que invitarme a mi también a la casa de su novia? ¿Por orgullo? ¿Para que no le dijera más que es un mal animal? No. Una razón tan tonta como esa no puede ser. Seguro lo que intenta hacer es aclarar las posibles dudas que yo pueda tener en mi cabeza sobre su sexualidad.

¡Es un estúpido! ¡Por supuesto que lo sé! ¡Esto no es nuevo, algún día tenía que pasar! ¡Sin quitarle lo de cascarrabias, Carlos es responsable, protector, fuerte y atractivo! ¡Posiblemente un futuro buen padre! Había tardado demasiado en tener novia. Siempre he tenido claro que él...que él...no...es...gay. Pero. No era necesario que me lo probara de esta manera.

—Delia, por supuesto que iba a venir. ¿Cómo crees?

La voz de Carlos me trajo de vuelta. Por lo que me arreglé lo más que pude la capucha del suéter que, como si fuera un uniforme, ya acostumbraba llevar a todos lados y me acerqué silenciosamente a ellos. La loba sonreía ampliamente por el comentario de Carlos.

DEPREDADOR [Gay/FurryxHumano] +18.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora