No quiero ser la protagonista.

Que crees que soy?

Me senté nuevamente en la cama, con las manos en la cabeza, mientras el cuidadosamente se acercaba a mí, y tomaba asiento a mi lado.
-Bueno que tienes que decir en tu defensa- Le dije enojada, a lo que el se arrimo más y tomando mi mano empezó a quitar las vendas poco a poco. -Tu mano es muy fría - Dije mirándolo a los ojos, sabía que no me iba a responder. -Y te molesta?- Moví mi cabeza en señal de que no era así, mientras el empezaba a ver mi brazo con más detenimiento, pasando la yema de su dedo, el cual roso y provocó que soltará un quejido -Hay- Me miro directamente, mientras se mordía el labio -Lo siento no era mi intención lastimarte Bella, no espero que me perdones y puedo vivir con eso- Realmente se estaba lamentando y yo sentía lastima por el.
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Pasada la medida noche, me encontraba acostada en mi cama, con mí bazo perfectamente curado y mucho mejor, mientras el estaba en una esquina observando me a mí, me incomodaba y mucho.
-Ven siéntate aquí, me da miedo que estés solo hay parado observando- El sonrío en tono de burla -No...no creo que sea buena idea- No quise dar más vueltas al asunto y solo me undi en mis cobijas, -Cuando era niña y creía ver mounstros, mamá me decía que al hundirme entre mis cobijas, me protegería, pero que no me fuera muy profundo o podría caer en otra dimensión-
-Crees que soy un monstruo?- No dije nada.
No sentí sus pasos, solo pude notar que el ya estaba recostado en mi cama. -No que no- Dije a mis adentros, soltando una risa.
-Que crees que soy?- Pregunto Edward de repente.