Capítulo 01 | Pesca

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NETEYAM

Mes y medio había transcurrido luego de que los Metkayina les aceptaran en su aldea, y aunque no todos habían estado de acuerdo, la mayoría los saludaba como si fueran na'vis nativos de allí. Les habían enseñado cómo sobrevivir, hacer las tareas diarias y ser de utilidad. Ya sabían montar los Ilus y habían creado sus vínculos con paciencia y calma, quitando a Lo'ak de la ecuación, claro está. Pues este resultaba ser como una bestia indomable, haciendo las cosas como se le cantaban y haciéndose oídos sordos de los consejos de los demás Na'vis.

Neteyam, por otro lado, era más receptivo y se mostraba atento a cualquier consejo o información de relevancia para cualquier nueva tarea realizada por primera vez. Incluso tomaba las crueles y sarcásticas palabras de Ao'nung como consejos, aún cuando estas fueran simples burlas. Ni siquiera le prestaba atención a los insultos de su parte, no le importaban. No creía que lo que aquel Metkayina decía fuera remotamente cierto ni de peso. Podía leer a través de él, sabía que lo único que quería era sacarlo de sus casillas, verlo enojado, descompuesto.

No le daría el gusto de verlo de esa forma, además, Neteyam disfrutaba ver la cara de frustración del otro cuando no conseguía lo que esperaba. Era tan divertida que cada vez que lo presenciaba debía contenerse para no sonreír en respuesta. Y Tsireya lo había atrapado unas cuantas veces porque ella era igual que él, ambos se burlaban de Ao'nung y sus planes fallidos cuando les era posible porque parecía niño pequeño que no recibía sus dulces.

Había ganado esa complicidad con la segunda hija del Olo'eyktan y eso le hacía sentir bienvenido.

*Alfa Centauri alcanzó el pico mas alto*

Era un poco más de medio día, la luz que irradiaba la gran estrella sobre Pandora era voraz. Neteyam regresaba luego de una larga mañana de trabajo con los más ancianos. Habían estado recolectando frutos y moviendo madera de los inicios de la jungla con algunos jóvenes fuertes. Disfrutó en especifico del tiempo con los ancianos de Metkayina, puesto que resultaron ser na'vis con mucho conocimiento. Le gustó la manera en la que ellos se expresaban y los distintos puntos de vista que le ayudaron a expandir su mente respecto a Eywa y el futuro de su familia. Cuando hablaba con ellos podía sentirse más cerca a la Gran Madre y esto lo reconfortaba, le hacía no pensar en lo mucho que extrañaba estar con los Omatikaya en el bosque.

Pero estaba sumamente cansado. Había sido una mañana muy atareada y su piel estaba irritada debido a la luz radiante del Alfa Centauri Que rebosaba en el pico del cielo. Su piel era mucho más delicada que la de cualquiera de sus familiares, o al menos lo era cuando se trataba de los rayos de luz, pues era un gran guerrero y cazador al cual no le afectaban demasiado los cortes con lianas o garras de cualquier alimaña. Más bien veía esas cicatrices como regalos de Eywa que le hacían sentir vivo y más cercano a ella. Pero era raro que su piel fuese a la vez tan sensible, incluso su madre se había preocupado en aquel entonces, mas vieron que esto lo único que le provocaba a Neteyam era una leve irritación momentánea, nada por lo que preocuparse.

Se lamentaba por haber pasado tanto tiempo bajo la radiante estrella de luz mientras recorría todo el camino hacia el Marui compartido por la familia Sully. No había visto a su familia desde la mañana, pues sus tareas normalmente eran opuestas las unas de las otras, de manera que les extrañaba por muy extraño que sonase. Neytiri los había despedido esa mañana con un muy buen desayuno y barrigas llenas. En especial Tuk, pues había tenido dos raciones como la pequeña consentida que era de todas la familia.

Neteyam quiso buscar a su hermana y llevarla a nadar un rato. Era divertido y hacía días que no sacaba un tiempo para su pequeña Tuktirey.

Se hizo paso por los Marui y sintió una mirada que le taladraba la nuca. Ya sabía quién era, y de seguro era mejor no darle mucha cabeza. Por lo que volteó simplemente para corroborar lo que ya sabía. Allí estaba Ao'nung con su típica cara de haberse chupado un limón agrio junto a Roxto, Lo'ak y Tsireya jugando en el agua, Neteyam solo le sonrió y le hizo un movimiento de mano como si le saludara. Tan pronto cómo movió la mano giró su vista hacia los Marui y se dispuso a entrar al de su familia.

Poco Tolerable [AonuNete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora