Capítulo 18 | El enemigo

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AO'NUNG

—Hola...—un muchacho bastante alto para estándares humanos, pero pequeño junto a Ao'nung, había ingresado a su "celda" con la cabeza gacha y apenado. El humano cerró la puerta tras de sí quedando solo ambos dentro.—Sé que todo esto debe ser confuso para ti-

—¿Qué quieres?—interrumpió al instante.

Spider detuvo su andar al escuchar el tono que había utilizado el acuático.

—¿Hablar?

—¿Sobre qué exactamente? Estás con ellos, eres el enemigo. Nada de lo que me digas va a cambiar que Neteyam y yo estamos en la mierda.

El humano continuó acercándose, pero esta vez un tanto cauteloso.

—Exactamente... y por eso quería hablar.

Ao'nung lo fulminó con la mirada, envuelto en sus pensamientos, pero intentando demostrarse alerta, escéptico.

—No estoy precisamente contento con lo que estas personas buscan... o lo que busca el viejo de antes.—hizo una mueca tras decirlo.—Estoy del lado de los Sullys, quiero ayudarlos.—su voz tanteando el terreno, intentando no tocar ninguna fibra sensible. Quería llegar al na'vi que tenía delante, debía hacerlo.

—No confío en ti, ni siquiera sé quién eres. Y estuviste allí cuando los mataron...—ni siquiera se atrevió a continuar en voz alta.

Y era cierto, ese muchacho era un demonio del cielo ante sus ojos. Estaba con el enemigo, era el enemigo. Él estuvo allí sin hacer nada cuando mataban a los suyos. Daba igual sus explicaciones, esto debía ser una trampa y él no iba a caer en ella.

—Así que coge tu trasero de demonio y aléjate de mí. ¿Ves esa puerta gigante? ¿Sí?—guardó silencio unos cortos segundos haciendo amague de dejarlo responder, mas antes de que dijera cosa alguna continuó.—Pues atraviésala y no vuelvas a venir nunca más.

—Eso... creo que no puedo hacerlo. Si me voy es posible que el viejo se salga con la suya y mate a Jake.—hablaba muy despacio, dubitativo.—Y dudo que quieras que muera, o mejor dicho... dudo que Neteyam quiera que eso pase.

—Ajá...

En realidad no le estaba prestando mucha atención, pero la mención de Neteyam hizo que alzara las orejas. Spider se acercó un poco más, dejando casi nada de espacio entre ambos para luego susurrar lo siguiente.

—Te puedo dejar un arma, no sé cómo ni dónde la vas a esconder, pero es lo único que puedo hacer por ustedes por el momento.

Ao'nung se apartó del muchacho. Un arma nunca estaba de más, pero ese humano iba a traicionarlo, lo sabía.

—¿Quién demonios eres? Por tu culpa mi gente ha muerto, ¿y entras aquí buscando que confíe en tus palabras?—estaba enojado, su voz se había alzado.—Estás loco si piensas que creo en lo que dices, de seguro estás planeando cómo empeorar esta situación para mi.

—Baja la voz... si nos escucha todo esto se va al carajo, hombre.—reprendió en un susurro.

Ao'nung chasqueó la lengua y negó en su sitio.

—Esto es increíble...—masculló, haciendo que el humano no entendiera lo que dijo.

—El viejo no me permite ver a Neteyam, y tengo miedo de que pase algo que no podamos remediar...

—Eres tonto..—frustrado torció los ojos al techo.—Ya han sucedido cosas irremediables y te has quedado mirando, demonio.

Había veneno en sus palabras. No podía no pensar en el rostro de su gente, los ruidos de los Tulkun, aquellos Ilus flotando inertes. Si no valorara la vida de Neteyam hubiera intentado matar al humano allí mismo sin miramientos; pero sabía que cualquier cosa que hiciera iba a repercutir en él y no quería, ni podía.

Poco Tolerable [AonuNete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora