Capítulo 02 | Melodía

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AO'NUNG

—¿Que hiciste qué?—Neteyam lo había había agarrado del collar con tal fuerza que era un milagro que este no se hubiera roto.

Ao'nung se había tomado la libertad de castigar a Lo'ak por su comportamiento de mierda. Lo había llevado fuera de los límites, hacia mar adentro, convenciéndolo al decirle que allí encontrarían peces más grandes.

Cuando se lo había dicho a Neteyam pretendía enojarlo, pues sabía que a pesar de que su queridísimo hermano menor fuera un total imbécil, él lo quería lo suficiente como para perdonarle todo sin disculpa alguna. Y eso le irritaba al Metkayina de una forma inimaginable. Quería agarrar al otro y restregarle la cabeza contra la arena hasta que dijera que lo sentía, hasta que se disculpara con Neteyam, pero tampoco era un salvaje y sabía que eso no le ayudaría a acercarse más a su rival, así que no pretendía hacerlo. Al menos no por el momento.

De manera que allí estaba, a centímetros del hijo mayor de Toruk Makto sintiendo su respiración agitada de enojo. Sabía que se estaba conteniendo, sabía que a pesar de ser un guerrero no era quien buscaba la lucha primero, más bien se contenía hasta no poder aguantarlo más. Por lo que solo le sonrió con una sonrisa tan burlona que esto hizo que el Omatikaya frunciera su entrecejo con mayor pronunciación y apretara el colgante un poco más, acercándose unos pocos centímetros al rostro del otro.

Y eso le encantó.

Fue la primera vez que experimentó el enojo de Neteyam, la primera vez que se sintió poderoso. Era quien único lo había provocado, era quien único había logrado sacar de sus casillas al hijo y hermano ejemplar, digno de obtener el título de Eyktan y guerrero sin tacha.

—Dije que tu hermano pasó los límites y no ha regresado, solo vine a decírtelo porque me preocupo por Lo'ak.

Sí se preocupaba, pues al final había transcurrido mucho tiempo desde que lo dejó solo tan lejos de la aldea, así que no mentía, pero su rostro parecía demostrarle todo lo contrario a Neteyam. Pues este veía como la sonrisa de idiota no se desvanecía de su cara, haciendo que se enojara cada vez más.

—Vas a decírselo a mi padre, y espero que mantengas la misma actitud que tienes conmigo ahora, Skawng.

Nunca lo había escuchado insultar y mucho menos tan cerca suyo. A su cuerpo le recorrió un escalofrío, entrecerrando los ojos como reflejo perdiéndose en quien estaba delante suyo. Mientras que su mente no entendía lo que sentía, solo se dejaba llevar por el momento.

El cuerpo de Ao'nung fue llevado a rastras por el contrario hacia el Marui de los Sully y dejado en frente de Jake, quien dialogaba con su esposa mientras ella preparaba unas canastas de frutos.

Había sido arrastrado por las trenzas. La mano del otro rozando de vez en cuando su cuello lo incomodaba un poco, ya que este era un lugar muy sensible y nunca había sido tocado allí ni tan siquiera por su familia. O al menos no que lo recordara. Él se encontraba descolocado, sabía que sus acciones iban a tener consecuencias y las esperaba, pero estas fueron mucho más de lo que esperaba. Toruk Makto lo miraba con preocupación y supo en ese momento que había metido la pata porque esa preocupación había estado mezclada con una decepción que le supo amarga.

La mujer del fondo no le observaba de esa forma, sino que le dedicaba una mirada asesina, sabía que si Lo'ak no regresaba este sería su último día en Pandora. Rezó a Eywa porque el niñato estuviese en una pieza y que regresara, porque de lo contrario, adiós a Ao'nung.

*Más tarde ese día*

—No me lo puedo creer, ¿cómo pudiste?—Tsireya caminaba de un lado al otro. Ambos se encontraban en el Marui de la familia y la fémina se encontraba muy indignada mientras el otro estaba sentado escuchando su rabieta.

Poco Tolerable [AonuNete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora