Poco Tolerable [AonuNete]

Capítulo 25 | Una última vez

NETEYAM

No sabía cómo reaccionar a esa declaración. "Importante... obligación". ¿A qué se refería? ¿Por qué había tanta tristeza en sus palabras? ¿Mentía? Su cabeza comenzó a doler como todas las veces anteriores después de lo que sucedió con Eywa. Su mente revisitando acontecimientos de los que no podía estar seguro.

Ao'nung seguía delante suyo, enfrascado en su propia burbuja, como un animal herido que solo podía pensar en sí mismo, como si quisiera esconderse del mundo. El sonido del mar en constante movimiento, siendo ruido blanco tras ambos, no permitiendo que se hiciera el silencio absoluto mientras pensaban. Una voz muy lejana en la cabeza de Neteyam pronunciando palabras irreconocibles vez tras vez. Todo repitiendose en su cabeza mientras le buscaba el sentido a lo que fuese esto.

Su rostro se arrugó ante la abrumante sensación de dolor que lo embargó, acto seguido alzó una de sus manos hasta su frente e inhaló intentando no concentrarse en ello.

—¿Por obligación?—buscó que el otro abundara un poco más.

El Metkayina alzó la vista hacia él otra vez, sus ojos desganados.

—Ya lo dije, mis padres no querían que causara mas problemas, me impusieron los entrenamientos contigo... Así también mostraba arrepentimiento por mis acciones previas.

—Mmm...—se quejó por lo bajo ante el dolor punzante que le atravesaba las sienes—Pero al final sí fui importante, éramos algo.

Vio como Ao'nung dirigía su mirada hasta su boca y la apartaba con rapidez girándose hacia otro lado, rompiendo el contacto visual.

—¿Por qué lo tienes que hacer más difícil de lo que ya es?—preguntó el acuático al aire, su voz aún suave, su lenguaje corporal denotando frustración.

—¡No estoy haciendo nada! ¿De qué hablas?

—Me miras como si de verdad fuera importante. Te interesa saberlo de mi boca, ahh...—lanzó un grito de frustración.

—¿Qué tiene eso de malo? Si fuimos amigos supongo que al menos querrías contármelo todo.

—¡No fuimos amigos! No hubo nada, y aun así siempre- —explotó girándose nuevamente hacia el otro, cortándose antes de decir cualquier idiotez. Su rostro arrugado de una sensación que no podía poner en palabras quizás enojo, dolor, decepción— No quiero hablar del tema, ya lo dejé atrás.

Ao'nung decía eso, pero, si lo había dejado atrás, ¿por qué parecía ser consumido por ello?

—¿A qué le tienes tanto miedo?—Neteyam trató de llegar a él suavizando su tono, incluso dio un paso en su dirección para acercarse un poco.

Al escuchar ese tono los ojos del Metkayina se abrieron en sorpresa. Neteyam siempre fue lo más amable que pudo en base a las circunstancias, pero Ao'nung nunca lo había escuchado hablar así, mucho menos cuando se dirigía a él. Luego se notó como la cabeza del acuático analizaba las palabras por un par de segundos.

—A...—lo contempló antes de seguir, pero se retractó al instante—nada.

Neteyam buscó algo en el contrario, sus ojos intentando detectar cualquier reacción que pudiera significar algo. No encontró más que esos ojos sin ganas, esa pared tan fina, pero que no permitía dar información.

—Eres increíble, ¿sabes qué?—suspiró—No me importa, gracias por tu tiempo e información. Creo que conseguí lo máximo que estás dispuesto a ofrecerme. Gracias por esforzarte, que el resto de la tarde sea... productivo.

Y comenzó a caminar indignado, pero intentando verse lo más tranquilo posible. Ao'nung no hizo nada para detenerlo.

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