Capítulo 17 | Todo o nada

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NETEYAM

Voló por los alrededores. Sabía que debían estar cerca. Iba junto a su Ikran buscando descifrar en qué dirección estaba Ao'nung exactamente. Ni siquiera sabía dónde quedaba la aldea a la que fue, entonces ¿cómo iba a encontrarlo? El mar era extenso, amplio, sin rastro de tierra. Lo único que sabía con certeza era cómo regresar a Awa'atlu.

Y eso no era una opción.

Comenzaba a frustrarse demasiado, el corazón casi en su garganta, los nervios traduciéndose en un sudor frío. Ao'nung era importante para él, no podía sucederle nada y mucho menos si era por culpa suya y de su familia. Así que llevaba a Eywa en la punta de la lengua, pidiéndole porque todo estuviera bien y que nada malo le hubiera sucedido a su compañero. Su Ikran lo sentía, sabía que algo no andaba bien. Sus ojos iban casi desorientados, dejándose guiar por Neteyam sobre el extenso cuerpo de agua.

Fue un recorrido tedioso por el llano hecho de que no había nada, era como si no estuviera avanzando. La culpa se lo comía vivo y ni siquiera había hecho nada más que existir. Querían a su familia, los demonios del cielo querían a su familia... Cada que transcurría el tiempo su mente lo repetía una y otra vez. Intentaba no hacerlo, intentaba enfocarse en otra cosa, pensar en que estaba exagerando y que no era para nada grave. Lo hacía con todas sus fuerzas. Incluso su Ikran alzó su cabeza en su dirección intentando llamar su atención. Neteyam lo miró, pero no dijo nada, continuaba enfocado en la lejanía como si la nave del enemigo fuese a aparecer de la nada.

—Ese idiota...—su voz denotaba preocupación, y aquellas palabras habían iniciado su leve monólogo.

Músculos tensos, garganta seca y sus manos agarrándose con fuerza del arnés que vestía su Ikran.

—Ahg, ¿por qué? Si tan solo se hubiera quedado quieto.—ni siquiera sabía cómo habían sucedido las cosas con Ao'nung, pero presentía que todo había sido por su bocota—Si tan solo te callaras por una vez, de seguro dijiste lo que no debías. ¡Maldita sea!

Quería golpear algo, pero no podía. Intentó recomponerse antes de que su frustración sacara lo peor de sí mismo. Hizo lo de siempre, inhaló y al dejar el aire salir intentó que todo se fuera también. Su enojo, frustración, preocupación... aún seguían ahí luego de hacerlo.

—Sé prudente, sé prudente...—repetía intentando convencerse—Todo va a estar bien... todo-

Antes de poder decir algo más se cortó. Era la primera vez que veía tierra después de tanto tiempo sobre el mar. Su corazón comenzó a latir muy rápido, decir que estaba nervioso era decir poco. Se agarró aún más fuerte de su Ikran y ambos fueron más rápido que antes.

Metkayinas le dieron la bienvenida aglomerándose en un punto expectantes. Quien parecía estar a cargo había dado unos cuantos pasos hasta posicionarse delante de todo el grupo. Neteyam descendió con su compañero y se bajó de él una vez pisó tierra. Desconectó el vínculo con su Ikran y alzó ambas manos a la par que se acercaba hasta una distancia prudente del sujeto que estaba delante del grupo de Metkayinas.

El muchacho era alto, erguido en su lugar con una lanza gigantesca reposando a su costado a la espera de lo que fuese a decir el Omatikaya. Neteyam inspiró pesado llenando su pecho de aire, estaba nervioso aún, pero su cuerpo intentó erguirse de igual forma. Quiso mostrar seguridad antes de hacer o decir algo que no resultará beneficioso para sí mismo ni Ao'nung.

—Hola...—inició, su voz temblando con levedad—Soy hijo de Toruk Makto y busco al hijo del Olo'eyktan de los Metkayina. ¿Saben dónde está?

Los presentes se alteraron, quien parecía dirigir el grupo alzó la lanza amenazante hacia Neteyam sin miramientos ni palabras.

Poco Tolerable [AonuNete]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora