CAPITULO 25
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Despertar a su lado abrazados me hacía sentir como si estuviera en un sueño, por mi cabeza pasaban muchos pensamientos y un poco de culpa pero no me arrepentía de nada
No podía dejar de mirar a evan era tan lindo dormido, él es un hombre fuerte y grande con carácter difícil pero dormido era todo lo contrario se veía tan pequeño, hacia pucheros, tocaba su rostro, su nariz, sus mejillas, sus labios todo de él me encantaba, hasta que se despertó
— buenos días bello durmiente
Él me dió un tierno beso — good morning muñeca
— vamos a bajo muero de hambre
— primero vamos a ducharnos
— bueno tu primero y yo después
— ¡no! Nos ducharemos los dos
— es que me da un poco de vergüenza
— ya después te acostumbraras a que te vea desnuda
Nos levantamos para ducharnos, moría de vergüenza al ver a evan sin ropa él se metió primero a la regadera
— entra — extendió su mano
Tenía una toalla — esta bien pero voltea para otro lado
Se volteo — ¡contenta!
Me quité la toalla y me metí — ya pero no voltees
Él no hizo caso y volteo me miraba de pies a cabeza, me hacía pequeña
— ¡por favor no me veas así me haces sentir incómoda!
Me pegó a él — hagámoslo otra vez — me tomaba de la cintura
— no lo sé, pensaba quizás volverlo hacer para el otro mes y así cada mes
Me miraba sorprendido — ¡estás loca verdad!
— ¿Entonces cada año?
— si que no dejas de sorprenderme, que te parece todos los días
— ¡estás loco! ¡Me voy a morir!
Besaba mi cuello mientras mientras tocaba mi trasero
— evan mejor después — lo empujaba
— ¿por qué?
— me duele un poco ahí
— es normal por qué fue tu primera vez pero está bien no te presionaré
Terminamos de bañarnos y bajamos, todos ya nos esperaban pero aro no nos quitaba la mirada de encima
Evelyn sirvió el desayuno y como siempre todos en silencio evan y yo solo nos mirábamos me sentía muy feliz
Y entonces decidí hablar para romper este silencio
— ¿y como les fue en su paseo por el bosque?
— pues fue tranquilo la verdad no me acordaba de muchas cosas — dijo eros
— si pero cuando regresé a casa creí que se había metido un animal salvaje por que se escuchaban muchos ruidos así — se puso sus sandalias y comenzó a correr — dijo aro
Moría de vergüenza evan solo se rió
— ¿y entonces adónde iremos? Nos quedaremos aquí para toda la vida — como siempre emmett matando el ánimo
— nos iremos hoy en la noche
— ¡adónde iremos!
— sabrán cuando lleguemos
