CAPITULO 30
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"Las tentaciones como tú, merecen pecados como yo"
Listo madre, si necesitas algo más no dudes en llamarme
Ella solo me veía tan sorprendida solo di una ligera sonrisa y salí
Decidí caminar, hoy el día era muy bueno todos me volteaban a ver asombrados era de esperarse
Saqué una paleta la cuál lamía mientras iba por dani cuando llegué a su departamento el portero me veía con cara de que si hubiera visto un fantasma
— no te importa si lo espero aquí — dije
Él trago saliva — puedes esperar lo que quieras
Revisaba mi celular hasta que me di cuenta de que habían muchos chicos a mi alrededor queriendo llamar mi atención
— hola eres muy linda
— ¡por que tan solita!
— ¿tienes novio?
— ¡hueles tan delicioso!
No les tomé importancia (dani salió)
— ¡Hey! — volteo, corrí hacia él — nos vamos
Sus ojos parecían que se saldrían — ¿que te hiciste?
— no te gusta mi nueva yo — di una vuelta
— me encanta
— cierra la boca y vámonos — lo tomé de la mano
En todo el camino no me quitaba la mirada de encima, decidí cambiar todo de mi, pinte mi pelo de rojo, por qué no enseñar más piel, dani sudaba podía notarlo estaba derritiéndose por mi
— ¿se ven bien mis pechos dani?
— ¡¡shh!! Cállate te oirá el taxista
— ¡y Ami que me importa! ¿Cómo se ven!? — las movía
— dios mío me dará algo
Me acerqué a su oído — apuesto a que te estás calentando
— no empieces, que no podrás controlarme
— ¡ok! Me calmo
Llegamos a la cafetería en cuanto entré todos me veían sorprendidos casi se les caía las mandíbulas de la impresión, mi jefe hasta dejo de barrer movió la cabeza como el exorcista.
Me puse el uniforme y a hacer los cafés
— ya viste todos no dejan de mirarte
— cállate ¿acaso estás celoso?
— ¡yo! ¡No!
— pues no tendrías por qué solo somos mejores amigos
Él solo se fue creo que le dolió pero es verdad.
Las horas pasaban tan lento que comenzaba a aburrirme cuando me llegó un mensaje
(Aro)
— Hermosa hoy en la noche haré una fiesta en la casa por mi cumpleaños así que te quiero aquí, si no vienes iré por ti ¡Te esperaré con ansias!
Reí malévolamente esta era mi oportunidad, tomé a dani metiéndolo al baño
— ¡que haces pensaran mal!
