CAPITULO 3
+Eros un chico tímido pero nunca pierde la elegancia, tiene una voz muy dulce de esas que escuchas y te transmiten paz, su sueño es ser un gran pianista, amante de lo clásico y ácido, es el más pacífico de los cinco y sobre todo es el único que puede enfrentar a evan.
Una melodía clásica poco inusual sonaba de fondo en un jardín mágico con un gran público alabando, yo en un gran escenario tocando el piano, sintiendo la música por mis venas pero.....
¡Suena la alarma!
Otra vez solo es un maldito sueño — suspiro — me levanto de mi cama para darme una ducha.
Ese soy yo Eros walker el segundo hermano mayor se puede decir que soy la mano izquierda de mi hermano evan
En esta casa de locos yo soy el que guarda la compostura, el reservado pero elegante, cuando hay un problema con los demás de mis hermanos soy yo el que tengo que ir a hablar con evan ya que los otros le temen, sinceramente miedo no le tengo al contrario trato de entenderlo pero es una persona muy difícil de tratar.
Terminé de ducharme, decidía que es lo que me iba a poner, me gusta estar de traje sea día o noche, prefiero las cosas elegantes de hecho soy una persona muy romántica, una persona que se puede enamorar muy rápido, he estado con muchas chicas pero nada serio
Una relación seria nunca lo he pensado creo que solo la haré sufrir por que una buena persona no lo soy.
Peino mi pelo rubio muy desordenado por cierto, opté por un traje azul combina muy bien con mis ojos, un poco de colonia de rosas, aretes y listo.
Bajé a desayunar mis hermanos ya estaban ahí solo faltaba la cabeza
Y como lo invoque llegó, por su cara se veía que hoy estaba de muy mal humor.
La comida no fue muy buena pero no me quejo evelyn hizo un gran esfuerzo pero a evan no le gustó para nada, le aventó la comida en el rostro lastimándola, no me gusta cuando hace eso ella no tenía la culpa desde un inicio dijo que no era buena cocinando.
Cada uno se fue por su lado pero yo solo permanecía mirando a evelyn, estaba llorando mientras recogía los pedazos de vidrios en el suelo
— déjame ayudar, te puedes lastimar
— no señor por favor, no es necesario que haga esto, este es mi trabajo — sus lágrimas rodaban.
Saqué un pañuelo de mi bolso y la tomé de la barbilla, alcé su cabeza y limpié sus lágrimas
— deja de llorar él no merece tus lágrimas, una mujer no merece que la humillen de esta forma, una mujer es como una rosa hermosa y frágil pero con espinas — sonreí — tú eres una hermosa y delicada rosa así que levántate yo limpiare esto
— señor — ella me miraba muy apenada mientras sus lágrimas aún caían — si su hermano ve que usted está limpiando estaré en serios problemas
Puse ambas manos en sus mejillas —evelyn mírame, tu trabajo es obedecernos pues te ordeno que vayas a descansar, que comas algo rico ¡entendido!.
El rostro de evelyn se tornaba rojo...
Ella aceptó y fue a descansar a su cuarto, minutos después evan regresó
— ¡que rayos estás haciendo! — se cruzó de brazos
— no lo ves, limpio
— acaso evelyn te mandó
— no, yo mismo la mandé a descansar
— imbécil tu no mandas aquí, ese es trabajo de evelyn, deja eso ¡Evelyn ven acá! — gritó muy fuerte
— ¡déjala! No voy a permitir que le faltes al respeto, acaso no sabes respetar a las mujeres
Río sarcásticamente — ¡mujeres! por dios ellas solo sirven para cocinar, atender a sus hombres, quedarse en casa ¡ah! Y ¡sexo!
— nunca tomarás enserio a las mujeres verdad
— no lo merecen, ellas vienen a mí y yo pues me divierto.
No podía seguir escuchando las estupideces que salían de la boca de evan, antes de irme me pare frente a él
— para tu información hay muchas mujeres que son mucho mejor que tú, que yo y que varios hombres ¡ah! Sobre todo que no se te olvide que tú naciste de una mujer ¡imbécil! Ellas son preciosas y si no existieran el mundo estaría perdido.
Evan quedó en total silencio, siempre lo callo con la verdad, odio a los hombres que tratan mal a las mujeres
Si bien yo he estado con muchas chicas pero jamás las he golpeado, he tenido sexo pero sin obligarlas a hacer algo que no quieran, solo busco la paz
No solo por que trabajen en esos lugares de mala muerte son indecentes o zorras como las suelen llamar
Quizás ellas son el pilar de sus casas, tienen que alimentar a sus familias o pueden estar contra su voluntad
Con la educación que yo tengo ¡por que la tengo! trato de mejorar.
Después de esa rabieta que hice me fui a la calle quiero despejar esta mente que últimamente ha sido un terrible sufrimiento.
Caminaba lentamente admirando cada pequeña cosa no importa lo que fuera era grandioso, respiraba profundamente comenzaba a tener paz hasta que pasé por una tienda de pianos, me detuve por un momento, miraba por el cristal, como deseo tanto tener uno, poder tocarlo, cierro los ojos para imaginarlo
Pero todo se queda en mi mente, no puedo tocarlo lo tengo prohibido
Evan es muy estricto y cuando dice no es no, para él esto es una perdida de tiempo, es cosas de débiles, estar sentado tocando madera.
Desde que murieron nuestros padres evan fue el pilar de nosotros y prácticamente nos termino de criar, amor nunca nos lo dió de hecho a nadie se lo da
Evan fue por malos caminos, malas decisiones, poco a poco se iba adentrando al lado oscuro, intenté sacarlo pero no pude y para no dejarlo en esa oscuridad me uní a él
— ¡cuidado!
Un grito feroz me sacó de mis pensamientos..
— ¿eh!? — cuando voltee un fuerte golpe llegó a mi rostro, comencé a ver borroso, sangré por mi nariz y caí al piso
Veía dos rostros borrosos viéndome...
— ¡que hiciste taylor! ¡Ya lo mataste!
— ¡cállate! Hay dios por favor no lo llames ¡disculpa me escuchas!
— no dice nada pero está consciente, aún no se vá, llevémoslo a un hospital
— te dije que no sabía jugar béisbol ¡por tu culpa lo golpeé con el bate!
— ¡ah! yo por que tengo la culpa, te dije pégale fuerte a la pelota no a su rostro, mira tiene hinchada la nariz
— ¡cállate! Me siento muy culpable, si me escuchas perdóname voy a rezar por tí — juntó las manos mientras murmuraba
— ¡acaso este es el momento para rezar taylor! En lo que vas a la mitad del rezo este hombre se va al otro mundo
— ¡hay no! Vamos a cargarlo
— ¡mierda esta muy pesado!
— ¡Dennis no digas malas palabras por favor!
— ¡mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!.
Llegamos al hospital, él no tuvo heridas muy graves solo le rompí la nariz.
Cuando pasé a verlo él estaba dormido me sentía tan culpable y todo por querer aprender beisbol, antes de irme reze un poquito
Por favor diosito cuídalo mucho y que él pueda perdonarme no lo hice a propósito fue un accidente amén.
+
+ Muchas gracias por leer mi historia de verdad lo valoro mucho, espero que les guste 💙 +
