CAPITULO 29
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Dios mi cabeza me dolía tanto, porque tuve que beber así tenía unas náuseas horribles tan solo me levanté y corrí al baño
Saqué todo de mis entrañas dios mío perdóname ya no volveré a tomar exageradamente, cuando me vi al espejo me veía horrible esta no soy yo tenía el maquillaje regado, estaba despeinada y olía asqueroso
— ¡Que es esto! — veía mi cuello — ¡que rayos! — corrí a dónde dani
— dani levántate — lo movía con brusquedad — ¡levántate!
— otro ratito más
Lo tiré de la cama — ¡que me hiciste! Párate o te juro que te voy a golpear
Se levantó — ¡y ahora que!
— ¡mírame!
— ¡que!
— mira mi cuello tu me hiciste esto verdad — lo empujaba
— ¡haber tranquila! ¡Yo no fui!
— que pasó ayer no recuerdo nada, no habrá pasado verdad
— no creo por que ambos tenemos ropa y tampoco me acuerdo muy bien, me duele mi cabeza
— ¡estás seguro de que no pasó nada!
— pues creo que no, jamás te haría daño
— ¡Dios ya tengo que irme!
Pasé al departamento de daniel por mis cosas, llegué a mi casa corriendo
— ¡mamá ya llegué! — subí a su cuarto ella solo estaba sentada
— ¿comiste?
Asintió
Durante estos años la relación con mi madre a cambiado mucho ella ya no puede controlarme, prácticamente hago lo que se me pegue la gana, no la trato mal por más infeliz que sea jamás le haría daño
— hoy hace mucha calor ¿te baño?
Asintió
La metí a la tina mientras tallaba su espalda
— por favor recupérate pronto, quiero que recuperemos el tiempo que hemos perdido, ya te perdone desde hace mucho tiempo, te amo — le di un beso en la frente
Ella nunca hace expresiones siempre está sería, para que no se aburriera en la casa decidí llevarla a la iglesia
Hace mucho tiempo que no veníamos todo seguía igual, la dejé sola para que pudiera rezar, decidí esperarla afuera, me compré una rica paleta de limón hoy si que hacía calor
— no me convidas de tu paleta
— ¡¡Aro!! — corrí a abrazarlo — ¿cuando llegaste?
— pues ya llevo dos años aquí
— ¡enserio! Y como supiste donde estaba
— pues ya ves soy muy bueno investigando
— ¿viniste solo?
— si lo que quieres saber es si vine con evan es un rotundo si
— ¡enserio! entonces volvieron a su casa
— no, vivimos en otra por cierto muy cerca de aquí
— te molesta si voy
— verás taylor muchas cosas han cambiado
