CAPITULO 13
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Cuando desperté él ya no estaba a mi lado su olor estaba impregnado en mi almohada la cual abrazaba ¿por qué rayos ya lo extraño? debo haberme vuelto loca, pensaba ¿Y si le envío un mensaje? — ¡ok lo haré!
(Gigante musculoso 🖤)
— Hola, soy taylor solo quería saber si fuiste al hospital ¿Ya estás mejor? (Enviar)
Esperaba la respuesta con ansias, cuando sonó..
— Si, muñeca ya estoy mejor, no tienes que preocuparte por mi, estoy esperando mi helado
— Te prometo que te compraré los que quieras (enviar).
— ¡Taylor! ¡Baja a desayunar!
— ¡ya voy mamá!
Me sentía de muy buen humor, mientras desayunábamos me movía como gusano la comida hoy la sentía deliciosa
— ¿que te pasa? Te ves de muy buen humor ¿sucedió algo?
— no mamá solo me siento bien, por cierto hoy es mi descanso ¿me das permiso de ir a la biblioteca?
— no lo sé
— por favor, quiero leer los nuevos libros que salieron ¡si! — rogaba
— está bien hija pero solo un rato, no quiero llegar y que no estés aquí
— si mamá muchas gracias, bueno ya terminé voy a rezar a la capilla antes de irme — le di un beso en la frente
Bajé y prendí una vela, me arrodillé — ¿Diosito tu crees que él es el indicado para mí? ¿será mi destino? Cada vez que lo veo tengo muchas emociones me pongo tan nerviosa, por favor dios llévame por el buen camino, amén
Llegué a la librería, ya extrañaba estar aquí este es mi lugar de paz, busqué un libro sobre amor, tenía tantas dudas que un libro me podía responder, también había de consejos
— ok aquí dice que debo ser yo misma
— el físico no importa lo importante es lo de adentro, entonces no importa mi apariencia quizás si me conoce a profundidad vera lo sencilla que soy, quizás le guste
— ¡oh! Ser detallista, pero él se ve muy elegante, pero aquí dice que no importa el valor si no que sea de corazón entonces ¿y si le doy un regalo?
Terminé de leer también me llevé unos para leerlos en mi casa, cuando salí sentí un gran golpe en la espalda que caí al piso tirando todos los libros
Me sobaba — ¡Ouch! ¡Mi espalda!
— ¡oh! Discúlpame no te vi, déjame ayudarte a levantarte — me extendió sus brazos
Mi trasero me dolía — perdón pero acaso no te fijas por dónde vas
— disculpa es que iba muy inmerso en mis pensamientos, perdón por arrollarte con mi bicicleta ¿pero estás bien? ¿te llevo a un hospital?
— no gracias estoy bien solo que casi me dejas sin espalda — me sacudía la tierra — bueno me voy y fíjate para la próxima
— "El sueño de una noche de verano"
— eh
— te gusta shakespeare
Le quité mi libro — ¡es mío!
