CAPITULO 26
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¡Por favor no! ¡Suéltame! ¡Evan dónde estás! - lloraba sin parar, corría sin rumbo estaba descalza, muy despeinada, tenía sangre en todo mi cuerpo, estaba tan desesperada solo quería encontrar a evan.
Desperté muy alterada sudaba frío, mis ojos estaban húmedos por tanto llorar, miraba la cama evan no estaba a mi lado era de madrugada, salté para buscarlo
- ¡Evan! ¡Evan! ¡Dónde estás! - trataba de hablar bajito - ¡Evan!
Fui a la cocina y ahí estaba él, se estaba preparando un sándwich
- ¡Evan!
Él volteo - ¡mm! ¿Qué haces despierta?
Corrí a abrazarlo - ¡por favor nunca te vayas de mi lado!
Él estaba confundido - ¿que pasa? ¿Por qué estás llorando?
- solo tuve una pesadilla, mejor te espero a que termines no quiero dormir sola
- tranquila ¿Quieres que te preparé uno?
- no gracias
Evan se comió su sandwich de un solo mordisco él si que tenía la boca grande
Nos acostamos mientras me acariciaba lo abrazaba fuerte, me siento tan segura en sus brazos
- evan
Acariciaba mi cabeza - m
- ¿donde está aquiles? Por favor no me escondas nada
- es muy complicado el decirte solo te pido un poco más de tiempo te prometo que después te responderé
- ¿y por qué salimos huyendo?
- por favor no me hagas esas preguntas después te responderé todas tus dudas
- ¿y adónde iremos? ¿Por qué no nos fuimos hoy como dijiste?
- hubo unas complicaciones pero mañana nos vamos
Realmente tenía muchas dudas, muchas preguntas las cuales no me quería responder pero una parte de mi confía ciegamente en él quizás por que es mi primer amor.
......+......
- ¡solo una y ya!
(¡Fondo!, ¡Fondo!, ¡Fondo!)
He tenido muy malos días últimamente y para destresarme decidí salir a una fiesta, me encantaría poder venir con taylor pero esa monja si que se la está pasando mucho mejor que yo, como no quería venir sola traje a mi amigo él es mi vecino
La fiesta terminó muy tarde él casi me iba arrastrando estaba tan mareada, mis zapatos los llevaba en las manos mi amigo se llama Don me iba agarrando para que no cayera, ya íbamos para mi casa cuando una camioneta nos tapó el camino
Los dos nos detuvimos quedamos inmóvil por un momento, cuando se bajó un tipo vestido de negro con un pasamontañas supe que esto no iba a terminar bien, en cuanto lo vi sabía que era él, sabía que venía por venganza
- hola amor cuánto tiempo sin vernos, sigues igual de buena
No podía ni hablar hasta sentí que se me quitó lo mareado, tomaba de la mano de don
- ¡a las dos correos dennis ok!
Asentí
Don empezó a contar muy bajo
- ¡dos! ¡Corre!
reía - ¡Taylor!
Cuando nombró a mi amiga me detuve
