CAPITULO 31
+El cuarto estaba a oscuras intenté prender mi lámpara que tenía a mi lado pero él tomó mi mano
- sabes muñeca te estás portando muy mal - me susurraba al oído
- ¡así! ¡Y por qué no me castigas! ¡me tienes miedo!
Reía - evan no le tiene miedo a nada
Besaba mi cuello sentía que me estaba debilitando, siempre que estoy con él pierdo todas mis fuerzas se levantó y prendió las luces
- ¡quiero ver todo tu cuerpo! - se empezó a quitar la ropa
Lo tocaba - ¿acaso dennis te hace sentir lo mismo que yo?
- no hablemos de ella
- ¿te excita como yo lo hago!?
- ¡estás celosa!
- ¿a ella la estás tomando enserio?
- ¡yo nunca tomo a nadie enserio!
- entonces a mi nunca me tomaste enserio - estaba muy seria
- ¡te pondrás sentimental! Acaso no eres otra ¡solo follemos y ya!
- exacto ya soy otra ¡piérdete imbécil jamás volveré a acostarme contigo!
- ¡tengo muchas ganas y tú me las quitarás! - se abalanzó a mi intentando quitar mi ropa pero le di un rodillazo en la entre pierna
- ¡así! como te follas a otra yo también yo puedo hacer lo mismo, que no se te olvide que ya tengo a otro y créeme él me lo hace mucho mejor que tú - corrí al cuarto de mi madre
Me quedé a dormir con ella ni loca regresaba, está vez las cosas se harán a mi modo.
Siempre suelo despertarme muy temprano así tengo más tiempo, hice lo de siempre dejar todo listo para mi madre. Últimamente me he estado sintiendo mal quizás debo de estar muy estresada mi madre me ha estado ayudando mucho con cocinar me alegra ver qué se esté recuperado, termine mis quehaceres y me fui a mi trabajo.
Ya estaba entrando diciembre, aquí en new york el frío regreso las calles estaban llenas de nieve era imposible pasar había mucho tráfico así que opte por caminar, iba muy bien abrigada soy friolenta me sentía como si estuviera en un gigante congelador pero en estás épocas se venden más los cafés
Después de un largo camino infernal llegué, mi ropa tenía nieve a pesar de estar muy bien abrigada aún moría de frío, me prepare un café caliente con una rica dona, mis manos estaban rojas amo el invierno pero no tan extremo
- ¡ahhh! ¡Me muero de frío!
Dani llegando tarde últimamente
- ¿quieres un café?
Asintió - está tan frío afuera
- me vine caminando, apenas iban a quitar la nieve de las calles
- todo de mi está congelado, ven abrázame
- ¡hay quítate! ¡Oye que crees!
- ¡que!
- evan me fue a buscar a mi casa anoche, estaba dormida y pues ya sabes que quería
- ¡dime qué no accediste!
- ¡obviamente que no!
- tienes que darte a desear, no dejes que te envuelva fácilmente ok
- ¡ya lo sé!
Mientras pasaban las horas la nieve se dejó caer aún más fuerte, el frío era intensamente, los cafés se vendieron rápidos (un cliente llegó)