CAPITULO 4
+Creo que esta no fue la manera más correcta de empezar a hacer un deporte, sin querer lastime a un chico y todo por creerme profesional del béisbol
El chico aún seguía inconsciente pero los doctores dijeron que estaría bien lo cual me tranquilizaba un poco
— disculpe señorita ¿usted es la novia del joven?
— ¡eh! ¿Yo!? ¡No! ¡No! — me quedé pensando — ¡amiga! Sí eso soy su amiga
— estas son las pertenencias de su amigo, su billetera y su celular ¡ah! Aquí está la cantidad a pagar, Puede pasar a la parte de abajo
¡Que! Pagar, miré el ticket dios casi me desmayaba de la impresión era muchísimo dinero, de dónde iba a sacar esa cantidad, claro yo debía ser la que pagaría pues yo lo golpeé pero no tenía esa cantidad, miré en mi billetera solo traía un dólar esto no era ni la mitad
Su billetera se veía llena, lo dude por un momento pero decidí echar un pequeño vistazo y vaya impresión que me llevé, dios mío este chico estaba inundado de dinero con eso sería más que suficiente para pagar el hospital pero si lo tomo sin su consentimiento eso sería robo lo cual es un pecado para mí
Me tronaba los dedos de los nervios mientras caminaba por todos lados intentando pensar, cuando sonó su celular
Lo tomé y decía hermano gruñón, tenía ya varias llamadas perdidas como unas quince
Me asusté mucho ¿le contesto o no? quizás él lo pueda pagar pero si le puso gruñón hay dios ilumíname
Suspiré y solo conteste..
— ¡mierda por qué no me contestas! sabes que odio que me estén ignorando, dónde diablos estás ya es muy noche
Tan solo de escuchar su voz me dió tanto miedo, hasta me sentí regañada
— ¿eres su hermano? — mi voz temblaba
— ¿quien habla? ¡Eres una de sus putas!
— ¡que! Por favor más respeto y no soy eso para su información
— ¿dónde está eros?
— en el hospital yo — pensaba que decirle — lo encontré en la calle herido y lo traje a urgencias
— voy para allá — colgó
Y ahora que le diré cuando lo vea, si de solo escuchar su voz me intimido.
Me quedé sentada a su lado, este chico es muy bonito, su cabello rubio y sedoso lo hacía ver cómo un príncipe, me recordó a la bella durmiente que se despierta con el beso del verdadero amor, por mi cabeza paso y ¿si lo beso? — reí — pero que tonta solo le rompí la nariz
Quería tocar su lindo cabello, estiré mi brazo cuando sentí un manotazo
Voltee — ¡Ouch! — me paré inmediatamente
El hermano había llegado pero tan solo verlo me sentí tan débil y pequeña ¿de dónde salió este hombre? era muy alto, su cabello negro, su barba que lo hacía ver atractivo, su cuerpo era muy definido y musculoso, sus ojos verde intenso, por un momento recordé a grey las escenas, dios mis ojos lo escanearon de pies a cabeza no podía quitarle la mirada
— ¿tú eres?
— ¡ah sí! Su amiga, mucho gusto soy taylor — estaré mi mano con una sonrisa
— quítate niñita — me empujó — dime qué le pasó
— él se pegó con — piensa taylor — mm, un poste si ¡eso! Muy fuerte se rompió la nariz y lo operaron pero ya está bien
Él movía la cabeza — está bien ya te puedes ir
— es que falta pagar el hospital pero no tengo dinero
— no sabía que mi hermano tenía este tipo de amistades pobres, pero como es él lo comprendo pues tiene compasión por los más necesitados
— ¡perdón! No estoy necesitada para su información
— yo lo pagaré niña
Bajé con él por el ascensor para pagar...
No podía evitar sentirme incómoda y nerviosa a mi lado era como un gigante musculoso precioso
Solo éramos nosotros dos en este espacioso elevador.
Cuando evan la volteo pegándola a la pared quedando muy cerca de él, se bajó un poco para poder llegar a su pequeña boca, taylor temblaba de miedo, evan lentamente comenzó a subir su falda mientras besaba su cuello dejando besos húmedos y una qué otra mordida, taylor apretaba la camisa de él mientras cerraba sus ojos, su respiración era muy agitada, evan fácilmente la cargo, las piernas de ella rodearon su cintura ambos se besaban descontroladamente, la lengua entraba y salía, las piernas de taylor temblaban, serás mía taylor, evan se quitó la camisa dejando ver su marcado cuerpo, la bajo para voltearla de espalda se pegó tras ella, taylor podía sentir lo duro que estaba, evan mordía su oreja mientras bajaba su falda tocando su lindo trasero, taylor apunto de colapsar su corazón acelerado, evan quitó la ropa interior de ambos volteándola nuevamente al frente — quieres tocar pequeña — mordía sus labios — evan tomó la mano de taylor acercándola a su grande y duro amigo cuando....
— ¡oye tonta te vas a quedar ahí parada!
— ¡eh! — miraba mi cuerpo tenía la ropa puesta — no lo podía creer todo lo estaba imaginando que rayos a penas lo conocí y ya me excitó tanto
— ¿estás bien niña? Tu cara está roja
Tocaba mi rostro y dios estaba hirviendo ¿por qué me calenté tanto con mis pensamientos? que vergüenza ¡tenía que ir urgentemente al baño estaba empapada! no lo podía ver a los ojos, lo pasé de largo y me fui.
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