CAPITULO 22
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Desperté muy temprano evan seguía dormido intentaba levantarme de la cama pero él me tenía muy bien agarrada era imposible moverlo parecía una gran roca
— evan hazte tantito para allá por favor — le susurraba
Intentaba apartarlo mis huesitos me dolían los aplastaba ¿acaso se le olvidó que estoy aquí?
Estuve esperando un largo tiempo hasta que por fin se dignó y se movió me levanté a prisa antes de que me tomara otra vez
Aproveché para ducharme me miraba en el espejo realmente odio como quedó mi pelo mi madre lo corto con coraje
Decidí bajar, solo espero no encontrarme con emmett el me da un poco de miedo
— ¡hola taylor!
— ¡Ah! hola eros — sonreí
— ¿podemos hablar?
— seguro
— sígueme
Llegamos a un cuarto muy bonito por cierto era como un jardín adentro de la casa, habían muchas flores hermosas en especial tulipanes miles de ellos — ¡Wo! Que lindo lugar
— te gusta
Asentí
— este es mi lugar secreto, aquí es donde puedo pensar y estar tranquilo lejos de mis hermanos pero ven siéntate ¿te sirvo té o café?
— café por favor
— ¿cuántos terrones de azúcar?
— dos por favor — la forma en que eros tomaba su té era tan elegante incluso tenía unos guantes blancos bordados, miraba cada detalle de el
— ¿tengo algo en la cara?
— ¡eh! ¡No! solo que te ves muy elegante para estar en tu casa
— no por que solo esté en mi casa me voy a descuidar además siempre me gusta estar arreglado y perfumado
Él se arreglaba incluso más que yo
— taylor déjame hacerte una pregunta
— sí dime — tomaba mi café
— te me haces muy conocida, siento que te he visto en algún lugar pero no recuerdo muy bien
— ¡ah! Pues verás — rascaba mi cabeza — un día salí con mi mejor amiga dennis a practicar béisbol y pues me creía experta lo cual no era y no medí mi fuerza cuando iba a golpear la pelota se me zafó el bate y se fue volando cayendo directamente en tu nariz ¡por favor perdóname! Fue un accidente pero te llevé al hospital
— así que tú fuiste la que me rompió mi hermosa nariz
Asentí — perdóname, también le dije a evan que era tu amiga, él te estuvo llamando y fue que le dije que estabas en el hospital ahí lo conocí por primera vez ¿estás molesto?
— ¡no! No puedo hacer nada, gracias a ti tengo una nariz nueva pero no se ve tan mal incluso me queda bien
— no te preocupes ya no jugaré béisbol
— ¡más te vale!
— taylor
— si
— escribí un poema ¿puedo decírtelo? quiero saber tu opinión
— ¡claro!
Se puso de pie — título mi hermosa flor inalcanzable que anhelo un día poder tocar, solo puedo mirarla a lo lejos, cada día avanzo más para poder llegar a ella.
