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Cogí la mascarilla y me miré en el espejo de cuerpo completo pensando en lo que iba a hacer.

Me estaba arrepintiendo de mi decisión.

Aunque usara ropa y mascarilla negra había algo que seguía delatando mi identidad.

- ¿Nadenka? - la voz de Bangchan se escuchó tras la puerta.

- Pasa.

El chico abrió la puerta analizando mi vestuario y su vista terminó sobre mis ojos.

- No puedes ir vestida así - declaró y Felix se asomó por el marco.

-  Sus ojos se destacan más con ropa negra - dijo lo que estaba pensando desde hace tiempo.

- Lo sé pero el staff normalmente usa estos tonos - me miré nuevamente por el espejo.

Comenzaba a pensar que tuve que irme del departamento como el resto de los chicos para huir de la salida.

Talvez Minho tenía razón.

- Usa tu ropa diaria - Felix caminó hacia mi maleta que funcionaba como provisional armario.

Comenzó a sacar diferentes prendas y lo que no parecía gustarle volvía a meter en la maleta.

Era un desordenado orden.

Estuvo así por unos minutos hasta que sacó algo que llamó su atención.

Sostenía un conjunto de una colección antigua de chanel junto a una cartera prada.

- Nadenka tiene demasiadas cosas de marca - dijo Bangchan acercándose a Felix.

Me encogí de hombros mientras me sacaba la mascarilla.

La mayor parte de mi ropa no era comprada o elegida por mí pero al crecer me comenzó a gustar el estilo.

- A no ser que quieran que use tacones no puedo utilizar ese conjunto - declaré.

Mis zapatos eran mayormente converse, tacones y bailarinas. A excepción de los tacones nada más podía combinar.

Los dos chicos se miraron entre sí por unos segundos y Felix se levantó saliendo de la habitación.

- No pensábamos darte esto hoy pero creo que te ayudará - dijo el líder y vi a Felix entrar con una gran funda.

- No me hagan esto - cubrí mi rostro imaginando lo que habían planeado.

Oí la risa de los dos y los miré nuevamente, había una sonrisa en sus rostros.

- Entre los dos te compramos un regalo de navidad - los mire mientras varios pensamientos cruzaban mi mente.

¿En qué momento lo habían comprado? ¿Realmente podía aceptar su regalo? ¿Por qué me trataban así cuando prácticamente eramos desconocidos?

Hablando generalmente los chicos me habían agradado en su mayoría a pesar de no tratar con ellos a diario.

Talvez este era un simple gesto de amabilidad.

- Gracias - les devolví la sonrisa abriendo el obsequio.

Eran unas botas altas blancas.

- Puedes usar esos zapatos junto a esta bufanda y este lazo - me extendió los accesorios.

- ¿Donde...? - señalé la bufanda roja que en mi vida había visto.

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