Capítulo 24

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Se actualizó el 30/12/2022 a las 21:20 Hora Paraguaya 

No es sorpresa para Hogwarts; que, en un enfrentamiento entre Slytherin y Gryffindor, las cosas no salgan bien para los leones. En los duelos, en los juegos de quiddicth, en las calificaciones, todo estaba a favor de los alumnos de Slytherin.

Los propios estudiantes de Gryffindor parecían desalentados cada vez que debían competir con los estudiantes de cuyos colores son verde y plata. Por supuesto, no todos los Gryffindor tenían ese pequeño problema, los alumnos de tercer hasta el último año, lograban mantener con vida a la casa de los leones.

Desafortunadamente, sus esfuerzos, no eran recompensados.

Los estudiantes de segundo año y algunos de primero, eran los que más sufrían, debido a la presión a la que se enfrentaban al estar en una clase con Slytherin. Principalmente, debido al hecho de que en esos dos años, se compartían clases de pociones, con Slytherin.

Severus Snape No mostraba misericordia alguna, uno solo podía tratar de mantenerse fuera de su lista negra, o resignarse a sufrir el resto de los años, el no Hogwarts. Y si por obra del mago Merlín, el profesor de pociones, veía algo en ti, te felicitaba.

Sin embargo, sus felicitaciones, siempre estaban llenas de doble sentido. Los alumnos de Gryffindor que eran felicitados por Severus eran marginados, por sus compañeros.

Hubo varios estudiantes que fueron marginados, estudiantes que ahora, gracias a Bellatrix Lestrange, iban a recibir ciertas ayudas, fuera de Hogwarts para tener una mejor vida en el mundo mágico en el futuro.

Solo debían mantener sus notas y habilidades intactas.

Como era de suponer, eso causo diversas cosas en la casa de los leones, una división entre los estudiantes marginados y los orgullosos leones. Una división que solo beneficiaba a una casa.

Pero al igual que había casas que fracasaban, había otras que no permitían que los errores de otros los afectaran. Ravenclaw y Hufflepuff estaban en la misma posición que Slytherin.

El segundo año de dichas casas, tenían prácticamente las mismas habilidades que los alumnos de Slytherin que correspondían al mismo año.

Muchos aún recordaban el duelo entre Hermione de Granger, de Slytherin, y Daphne Greengrass, de Ravenclaw. La destreza de las niñas, sin lugar a dudas, era algo que maravillaba a cualquier duelista.

Luego estaba Susan Bones, de Hufflepuff, quien demostraba su habilidad, y demostró porque los Bones siempre tenían altos cargos en el ministerio de magia. Tal vez, podrían incluso llamarla la heredera de su madrina, Amelia Bones, cuya habilidad en duelo es única.

Una de las pocas personas a las que Bellatrix Lestrange tenía un poco de respeto.

Misma persona que en este momento estaba ante la mujer más influyente en Gran Bretaña mágica, una mujer que si lo deseaba, podía enviar al ministro de magia a Azkaban. La misma persona que fue responsable de que Albus Dumbledore perdiera toda credibilidad para seguir siendo director, y perder gran cantidad de poder político.

A tal grado, que estuvo ausente en casi todas las reuniones del ministerio de magia, y si asistía quedaba en completo silencio, dado que Bellatrix no lo dejaba hablar.

Ahora ambas mujeres se encontraban cara a cara. Bellatrix con una sonrisa en su rostro, y Amelia con una mirada calculadora, ambas analizando la situación a su manera.

El propósito de esta reunión, es un acuerdo matrimonial, algo muy simple en el acuerdo matrimonial. No, es algo inusual este tipo de reuniones, los Malfoy estuvieron años tratando de establecer una alianza matrimonial con los Greengrass, para dar un ejemplo.

Harry LestrangeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora