yo en tate no yuusha (Reescribiendo)

capitulo 13

Héctor salió de la tienda. 

Héctor: Necesitamos encontrar un lugar donde vendan papel, y para encontrar un lugar donde pueda conseguir glostone y linternas de prismarina, Después de eso, iremos al Templo y conseguiremos tus Class Up

Rhaptalia: Probablemente podrías encontrar todas esas cosas en una tienda de magia

Raphtalia sugirió... solo para ver que su maestro había desaparecido.

Ni siquiera había tenido tiempo para parpadear.

Rhaptalia: ¿Dónde esta...?

Se giraron para ver a Héctor parado frente a un puesto que vendía una variedad de vegetales. 

Héctor: Patatas, zanahorias también y el trigo, te compraré todo lo que tengas las semillas también

Niña: Yo… yo no suelo vender las semillas, pero…

dijo la hija del pobre granjero, entrando en pánico al ver al hombre con cuernos gigante y totalmente blindado cerniéndose sobre ella con ojos medio enloquecidos.

Héctor: ¡Sin peros! ¡Quiero todo lo que tengas! ¡Te daré 50 de oro por todo!

Héctor la interrumpió agitando una bolsa de dinero frente a la cara de la joven.

Niña: S... ¡Sí! ¡Por supuesto!

Han pasado tres días desde que Héctor se fue, así que dos días desde que Naofumi fue incriminado. Lo que significa que Naofumi todavía está en el nivel 1... Skill isuie gg

Rhaptalia: Maestro, no valían tanto

Dijo regañando a Héctor por su compra impulsiva sin saber sobre el valor de mercado. 

Rhaptalia: Todo en conjunto probablemente solo valía unas pocas monedas de plata

50 de oro fue suficiente para comprar una casa pequeña. 

Normalmente, un filolial completamente desarrollado y saludable costaría 1 moneda de oro.

Héctor: Ahora ves, ahí es donde te equivocas. Estamos en guerra, y la guerra se trata de cuatro cosas: mano de obra, equipo, inteligencia y dinero. El valor de cada uno de ellos no se puede comparar al oro

Dijo como si todo esto fuera obvio.

Rhaptalia: ...Ah.

Murmuró, sin saber cómo reaccionar ante eso.

Karim: ¡Veo una! ¡Hay una tienda de magia allí!

dijo Karim, señalando hacia una humilde tienda en la calle donde estaba colgado un cartel que Héctor no podía leer, tenía un sombrero de bruja asique era fácil de identificar.

Héctor: Hm... Ustedes dos pueden leer el idioma de este mundo, ¿verdad?

preguntó obteniendo la confirmación de la pareja. 

Héctor: Tendréis que enseñarme más tarde. No ser capaz de leer por mí mismo es un inconveniente.

Las orejas de Héctor se agudizaron cuando entró en la tienda de magia y la puerta tocó una pequeña campana.