Una chica, Merlina, ha decidido escapar de su hogar en busca de libertad. Dotada de una personalidad fría y calculadora, se revela como alguien callada, reservada y con oscuros deseos de venganza.
Sus caminos se cruzan con otra joven, y juntas se ve...
Salí del pequeño cuarto en donde me arreglaron y vistieron en contra de mi voluntad. Los demás habían sido llevados a la vieja confitería para cambiarse.
— Estáis perfecta – dijo llegando a mi lado la guía falsa – Os ve preciosa. Lo único que tenéis que hacer, es posar ante la cámara y dejad de los turistas tomen sus fotos. – sonrió amigable.
— Solo si promete que después tendré el mismo final que ella. – no dijo nada, los turistas empezaron a allegar con rapidez.
Las personas llegaban y se pegaban a mi para tomarse fotos. Algunos se paraban desde lejos y yo solo sonreía sin ganas.
Transcurrió así una hora, hasta que me dieron un descanso, solo hasta que llegara gente nueva, pues se la pasaban tomando fotos todos los que ya habían tomado.
Escape de dicho lugar corrí a un lugar en donde esconderme. Este "viaje" al pasado no me gusta y sentirme tan abatida de gente que solo busca fotos conmigo... me recuerda a cuando estaba encerrada y me cegaron con unas luces que me dejaron inconsciente por una semana.
Empecé a escuchar mis palpitaciones, parecía que mi corazón literalmente estaba por explotar, una sensación de miedo me inundo; una sensación de ahogo, como si me apretaran el pecho y no pudiera respirar correctamente; inestabilidad, no solo física sino también mental; temblor en todo mi cuerpo y temor a morirme, tenía miedo, mucho miedo. Un ataque así ya no me había pasado, no hace mucho incluso, y cuando eso sucedía, Enid era quien me calmaba. Ni siquiera puse atención a los pasos a mi lado.
— No respiro – susurré y puse una mano sobre mi pecho.
— Ey, tranquila – susurraron a mi lado. Negué y aparte a la persona, sentí como si ella se llevara todo el oxígeno – Respira despacio – se acerco de nuevo y puso una mano sobre mi hombro – Respira conmigo, ¿ok? – empezó a inhalar conmigo y exhalamos. Mi vista estaba nublada, así que no podía distinguir bien quien era. Además todos estaban vestidos casi igual. – Abrázate así – acomodo mis brazos a modo de abrazo a mi misma, pero quito sus manos de mí. – Y recuerda: "Esto es temporal" "Estás bien" "No estás sola" – empezó a susurrar con calma y yo la iba repitiendo. Mi respiración se volvió regular y mi mente dejo de recordarme esas horribles imágenes de mi pasado. Por fin pude visualizar la silueta frente a mí. Merlina no tenía su expresión seria de siempre, se le notaba preocupada. – Ya... ¿estas mejor? – pregunto, yo asentí. – Bien. Porque tenemos trabajo. Vamos, tenemos que ir al templo de reuniones – me ayudo a pararme. Un silencio se prolongó al menos por unos segundos, vi a Merlina y me di cuenta de que ella me estaba mirando completa con el ceño fruncido.
— Soy Lady Skadi, ¿bien? – dije cuando ella me miro con una ceja curiosa. – Vamos – dije mientras tomaba su mano y guiaba hacia el lugar.
Me vistieron como la antepasada Lady Skadi, su atuendo y peinado es lo que portaba yo. Su historia es poco conocida, pero todos conocen la misma versión. Se volvió loca y se opuso ante su padre, lo que ocasiono que la quemaran o le incineran. Su padre no dijo nada, pero dicen que después de eso, el mayor contrajo una enfermedad muy rara y poco conocida. Para luego morir, aunque también existen otras versiones de su muerte.
Me sentí ridícula.
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