En algún lugar de Chiloé
―Un poco de cola de coatí...
Una pizca de lágrimas de lobo marino...
Otro poco de especias...
―A este ya se le escaparon las cabras pa'l monte... ―Suspiró resignado un horripilante duende con un viejo bastón, el cual sostenía en una de sus manos. A su lado se encontraba una hermosa joven, desnuda, tapando su intimidad con algas marinas y su cabello.
―Yo creo que se ve tierno. Hace mucho que no se dedicaba a la brujería. ―Sonrió la Pincoya.
El Trauco la miró con una de sus gruesas cejas alzadas, y luego regresó la vista hacia el joven chilote, quien iba vestido con una de sus largas y oscuras túnicas, las que usaba para cuando iba a embarcarse al Caleuche.
―Y ahora... el ingrediente final... ―Una espeluznante sonrisa cruzó por la cara de Alonso. ―Unas gotas de ron escocés...
Pero claro, hay que recordar que nuestra isla estaba un poco pasado de copas, y al tener afectado su sistema nervioso central, en vez de echar las gotas de alcohol, casi vació por completo la botella en la poción.
―B-bueno, así funcionará más rápido... ―balbuceó.
Cantó en antiguo idioma mapudungun, terminando así el hechizo que con tanto esmero le había dedicado al llegar hecho una furia (un tanto borracho) a su casa luego de una agobiante reunión con sus jefes.
―Y ahora Manuel... no volverás a verme como un mero centro turístico... ―dejó escapar una risa maligna mientras la olla se iluminaba, y unos vahos escaparon de esta, huyendo hacia todas direcciones, en busca de la pobre víctima a la que fueron designados a maldecir.
Y las dos criaturas mitológicas que se encontraban en la habitación, solo atinaron a mirar con pena a su amigo.
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Reunión de la JUNICh
Tiare estaba que se arrancaba el cabello de la rabia. Había citado a sus hermanos hacía exactamente una hora atrás y ninguno de los dos varones se habían aparecido. Excepto Alonso, quien con lentes oscuros, ocultando unas profundas ojeras y una extraña sonrisa en su boca, llegó media hora después.
― ¿Dónde rayos estará Robin? ―masculló la chica irritada.
―Quizás las condiciones climáticas de su casa le hayan retrasado. Ya sabes cómo es él... ―Chiloé apoyó una mano en su barbilla, esperando que el medicamento para el dolor de cabeza hiciera efecto.
―Más le vale a ese idiota... porque si no, sufrirá la furia rapa nui en todo su esplendor.
Quince minutos más tarde, las puertas de la habitación se abrieron de golpe, dejando vislumbrar la figura del menor del trio insular.
―Hasta que al fin llegas, maldito idiota. Ahora siéntate para que iniciemos con la reu-
― ¡Nadie aquí me hará callar, rata inmunda de alcantarilla!
― ¡¿Pero qué?! ―tanto Tiare como Alonso gritaron por la amenaza del isleño, y quedaron sorprendidos ante la vista que se les presentaba.
Allí en medio de la puerta abierta de par en par, se encontraba Robin, con los mismos ojos azules y el cabello castaño recogido en una coleta. Sin embargo, lo que les llamó la atención fue su apariencia.
El joven vestía un pantalón marrón abombachado, largas botas de cuero que el llegaban hasta las rodillas. De cinturón llevaba un largo pañuelo rojo, una camisa blanca igual de suelta, y sobre esta, un largo abrigo negro, adornado con detalles dorados y el Jolly Roger tatuado en la muñeca, que normalmente lleva tapada siempre con una pulsera de cuero.
Su cabello seguía recogido, pero ahora era por una cinta negra. De un lado de su cabeza caía una trenza adornada con hilos y monedas. Sus orejas estaban perforadas por aros de oro y plata, y otro pañuelo carmesí cubría la parte superior de su cabeza, junto con un sombrero negro de cuero de tres puntas.
― ¿Y quién de ustedes, sabandijas, osó llamar al infame capitán Selkirk a esta pocilga? ―sin olvidar la espeluznante sonrisa de autosuficiencia que llegaría hasta hacerle competencia a las sonrisas de Prusia y Rusia mezcladas.
Luego de ese shock inicial, Tiare volteó lentamente hacia Alonso, quien ya se estaba yendo de la habitación con gran cautela.
―Tú... ―susurró con voz de ultratumba. ― ¿Qué mierda has hecho esta vez...?
El chilote se tensó al sentir la mano de la isleña sobre su hombro, y sin esperar respuesta alguna, la joven lo arrastró hacia la esquina más alejada de la habitación. No eran estúpidos como para dejar al pirata solo en el lugar para que destruyera todo a su paso.
― ¿Me puedes decir qué mierda hiciste anoche? ¿Y qué tan borracho estabas para hacer brujería?
―P-pues... la verdad la maldición iba dirigida pa'l Manuel... pero no sé qué pasó que ahora Robin se hizo pirata. Se suponía que el hechizo era para sacar la parte malvada del Manu...
― ¡Idiota! ¿Que nunca te aprendiste la historia del Robin? Él al principio fue visitado por piratas y asesinos MUCHOS años antes de su colonización.
― ¿Entonces ese de ahí es...?
–Sí idiota. Ese de ahí es la antigua personalidad de Santa Cecilia, el capitán Robin Selkirk. Pirata bandido de sangre escocesa e inglesa, que ayudó a varias naciones piratas de la época a saquear los puertos de varios países y esconderlos en su isla.
―Entonces la historia es real...
― ¡Claro que es real, yo lo vi! Y ahora, tendrás que buscar la forma de traerlo a la normalidad o sufriremos las consecuencias.
―Pero Tiare... Robin ya no está.
Rapa Nui se volteó a ver donde anteriormente habían dejado al joven pirata, mas este ya no estaba. La ira se apoderó de su cuerpo y salió corriendo hacia la puerta, dispuesta a encontrar a su hermanito antes de que inicien los problemas.
Y Chiloé... bueno, el pobre no tuvo otra que buscar la cura hacia el hechizo que por primera vez en su vida le salió mal.
―Espero que los brujos del Caleuche me ayuden con esto...
Y muy lejos de la sala de reunión, en el puerto de Valparaíso, Robin remaba hacia mar adentro, con el sol en alto, su bandera pirata izada y ondeando al viento, y su inseparable ron sobre sus labios.
―Yo ho, yo ho, pirata siempre ser.
Extorsiones, estafas
Hurtos, ¡saqueos!
Todos brindando ¡yo ho!
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Pincoya: de la mitología chilota. Es una dulce doncella que vela por la pesca. Si mira hacia el mar, es porque la pesca será abundante, pero si mira hacia la tierra, es porque será una pésima temporada.
Trauco: hombrecillo de 80 cm de altura, de aspecto horrible y sin pies. Se aparece en los sueños de las jóvenes para que estas vayan al bosque y así dejarlas embarazadas. Pertenece a la mitología chilota.
Caleuche: Mitología chilota. Barco fantasma que se dice que en su interior lleva las almas de náufragos y los lleva a una vida de fiesta por toda la eternidad junto a los brujos de Chiloé.
Robin Selkirk: Robinson Crusoe es conocida también como la isla de los piratas debido a que antes era un refugio para estos. El apellido es debido a Alexander Selkirk, escocés que vivió más de cuatro años abandonado en la isla, y para variar, abandonado por piratas.
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Y aquí un nuevo capítulo del Trio Insular! Hacía rato que quería hacer algo relacionado con piratas debido al pasado de Robin~ y porque me gustan los piratas, son cool~
Eso sería. Gracias por los comentarios y votos!
Saludos :'D
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Chilean Insular Trio
Fanfiction¿Conocen al trío conformado por Rapa y sus hermanos? Te invitamos a que seas partícipe de las locas aventuras de estos adolescentes que lo único que tienen que hacer es- "¡Chiloé, ven a ayudarme con esto! ¡Crusoe, dile algo!" "Vieja esa nube indica...