Pensé que era imposible volver a verlo, mi cuerpo, mente y corazón no saben que sentir, no se como responder, solamente siento como los bellos de mi nuca se erizan y el nerviosismo se hace presente en mi cuerpo, Enzo Fernández, con el que pase toda...
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AMELIA:
Me desperté con un dolor de cabeza impresionante, cuando me levanté me di cuenta que no estaba en mi cama, no estaba en mi casa.
-¿Donde mierda estoy?
Un Enzo recién bañado salió apareció en la habitación, me miró sonriendo.
Enzo:-Buen día.- se acercó a mi y me dio un beso en la frente.
-¿Cómo termine acá?
Enzo:- Anoche cuando se empezaron a ir todos a dormir, vos te estabas preparando para irte pero cuando te vi te pedí que te quedes, no te podías ir en esas condiciones.
Me estaba llegando toda la información a mi cabeza, me acorde y es verdad, pero me acorde de otra cosa también.
-La puta madre.- Dije susurrando, me tape la cara con la almohada mientras la vergüenza se apoderaba de mi cuerpo.
Enzo:-¿Que pasó? - dijo riéndose, él ya sabía lo que pasaba.
-Nada, no me mires.
Enzo:- bueeeeno, me voy a buscar algo para comer, te podes bañar si queres.
-Pero no tengo ropa Enzo.
Enzo:- Ahora le pido a alguna de mis primas, quédate acá.
Y sin más se fue, yo me senté en la cama tratando de arreglar un poco mi pelo para no estar tan desarreglada. Me levanté a lavarme los dientes y la cara, al ratito llego Enzo con algo de ropa y me la dio.
Enzo:- Toma, es lo que conseguí.- me miró.
-Está bien Enzo, gracias.
Agarre la ropa que era un short de jena y una remera negra de tiritas, me metí al baño nuevamente y después me cambie. Salí y enzo me estaba esperando sentado en la cama.
Enzo:- Te queda bien la ropa de mi prima.- Se levanto y se acercó a mi.
-Si, la verdad que si.- lo miré y él ya me estaba sonriendo.
Enzo:- ¿Te puedo dar un beso?- dijo de la nada.
-No.
Su cara cambió completamente.
Enzo:- ¿Por que no?- me agarró de la cintura haciéndome puchero.
-Por qué tengo hambre.- lo miré y me reí.
Enzo:- Me podes comer a mi.- Se acercó a mi boca.
-Eso después, ahora vamos a comer algo.
Enzo:- No, no te vas a ir hasta que me des un beso.
-Bueno.- Me acerqué a su cara y lo agarre de la nuca haciendo que baje un poco, ya que no llegaba, y lo besé. Él me puso las manos en la cintura y bajo hasta apretarme un poco el culo. Muy picarón Enzo Fernández.