Roommates | Jake Sim

prólogo

— Hera... El dinero no es suficiente para la renta de este mes.—la voz de Sylvie llena de preocupación me hizo apartar mi atención de la televisión.

— ¿Cómo que no?—me levanté de sillón acercándome a ella.— ¿Qué pasó con todo el dinero que teníamos?

— Se acabó, ¿no lo entiendes? El dinero no es eterno.—se masajeó las sienes y suspiró.— Y el dinero que ganamos con nuestros trabajos tampoco nos alcanza, este lugar es muy costoso.

— ¿Qué haremos?—pregunté preocupada y Sylvie se quedó pensando por unos segundos.

— Tenemos dos opciones; buscar un lugar más barato y dentro de nuestro presupuesto ó... Buscar un roommate, tú y yo podemos dormir en la misma habitación.

Asentí pensándolo un poco, ese departamento era el lugar de nuestros sueños antes de que nos mudáramos a Corea, habíamos trabajado mucho para conseguir el dinero del depósito... No iba a renunciar tan fácilmente a él.

— Busquemos un roommate, ¿qué puede salir mal?—dije con una sonrisa.

(...)

— Oh, hola... ¿Vienes por el anuncio? Pasa.—escuché a Sylvie hablando con alguien y salí de la cocina par recibir a quien probablemente sería nuestro nuevo roommate.

— Hola, un gusto conocer...—me quedé a media frase cuando me di cuenta de quien era la persona.

Mi ex crush de la secundaria, Jake Sim.

Estaba sorprendida, ¿qué hacía en Corea? Creí que se quedaría toda la vida en Australia.

— Hera... —él también parecía sorprendido de verme.— Uhmm... No esperaba que tú fueras la que necesitaba un compañero... 

No le respondí y se rascó la nuca nervioso.

— Yo... Espero que lo que haya pasado entre nosotros no afecte tu decisión, su decisión—miró a Sylvie y esta resopló.— En verdad necesito un lugar donde vivir, por favor...

— Déjanos pensarlo.—Sylvie tomó mi mano y me llevó a la habitación. Cerró la puerta detrás de ella.— Espero que lo que haya pasado entre nosotros bla, bla, bla. Idiota.—imitó la voz de Jake y solté una risa.— ¿Creerás que ni siquiera me reconoció?

— Eso es difícil de creer.—reí sentándome en la cama.

— Entonces... ¿Lo aceptamos o no?—se sentó a mi lado.— Por mí no hay problema, él no me gustaba. La decisión está en ti.

— Mmm, no creo que estemos en posición de rechazar a alguien, tenemos sólo dos días para pagar la renta... Además ya no me gusta, todo lo que sucedió se quedó en Brisbane, ¿bien? No hablemos más de eso.

— Bien... Vamos a decirle.—se puso de pie extendiendo su mano hacia mí, la tomé y salimos de la habitación juntas, Jake nos esperaba sentado en el sillón y se puso de pie rápidamente al vernos.— La decisión está tomada... Bienvenido, Sim.

Próximamente...