capítulo 3

5.4K 473 115
                                    


— ¿Hera? —la voz de Jake se escuchó detrás de la puerta, no respondí haciéndome bolita en la cama.— Lamento que hayas visto eso, no te escuché llegar... En serio lo siento.

Escuché sus pasos alejándose y me quité la cobija de la cara mirando en dirección a la puerta. No sabía qué responderle y tampoco me encontraba muy cómoda viéndolo a la cara después de haber visto su...

— ¿Hera?—me sobresalté cuando la voz de Jake se volvió a escuchar, ¿se dio cuenta de que estaba pensando en su cuerpo desnudo? Espera, eso es imposible.— Uhmm, hay un chico afuera que te está buscando, dice que su nombre es Jisung... 

Me levanté casi de golpe, Jisung siempre tan oportuno. Salí de la habitación, Jake estaba sentado en uno de los sillones, atento a la situación. Caminé a la entrada, sonriendo al ver a Jisung ya bañado y con ropa casual.

— Venía a ver si no había sucedido algo pero al parecer no, así que me retiro...

— ¡No te vayas!—grité tomando su brazo y lo arrastré hasta mi habitación.

— ¿Qué te pasa, loca?—dijo acomodándose la manga que le había desacomodado al jalarlo y se sentó en la cama.

— ¡Jisung, lo vi! Vi cosas que mis ojos no debieron ver nunca...—susurré sentándome a su lado y volví a jalonearlo.— Llegué a casa, esperando que se estuvieran peleando como en la mañana pero me llevé la sorpresa de que Sylvie no estaba, luego escuché gemidos provenientes de la habitación de Jake, así que pensé lo peor, que ellos estaban, ya sabes... Haciendo el amor.—me sonrojé e ignoré el hecho de se estaba aguantando la risa.— No estaban haciendo eso, bueno, Jake se estaba dando amor a sí mismo...—Jisung estalló en carcajadas y lo fulminé con la mirada.

— No sé que me da más risa, la situación en sí o las palabras que usaste para narrarla.—siguió riendo y le di un golpe en el brazo.— Ya, ya no me río... ¿Y qué tal? ¿Te gustó su armamento?

— ¿Qué? ¿De qué hablas?—lo miré confundida.

— Ya sabes, su miembro viril.—movió las cejas mientras se mordía el labio, sentí mi rostro calentarse y tomé una almohada para comenzar a golpearlo con ella.

— ¡Degenerado!

Se trató de cubrir con los brazos mientras seguía riendo, luego me arrebató la almohada y me abrazó para que dejara de moverme.

— Ya, rélajate... ¿Qué te dijo él?—me soltó cuando vio que estaba más tranquila y suspiré.

— Antes de que llegaras tocó mi puerta diciendo que lo sentía pero no le respondí... ¿Cómo lo voy a ver a la cara ahora?—me pasé las manos por el rostro.

— Pues con los ojos.—lo fulminé con la mirada.— Dejando las tonterías de lado, dile que tenga más cuidado cuando haga esas cosas porque vive con dos mujeres, tiene que ser más cuidadoso, y simplemente olvida lo que viste.

— ¿Cómo le voy a decir eso si ni siquiera lo puedo mirar a la cara?

— Puedes mandarle un mensaje o si quieres yo le digo, creo que sería mejor que otro hombre le hable de eso, ¿no?—me sonrió.

— ¿Harías eso por mí?

— Claro, haría cualquier cosa por ti.—me abalancé hacia él dándole un fuerte abrazo.

— ¡Eres el mejor!


(...)


Estaba parada frente a mi puerta, tratando de escuchar lo que estaban hablando pero supuse que por el tema modularon su tono para que yo no los escuchara. Suspiré volviendo a mi cama y me tiré sobre esta, busqué mi celular para ver si tenía algún mensaje de Sylvie. No solía desaparecer así simplemente, siempre me avisaba si saldría o si llegaría tarde para que yo no me preocupara porque sabía que me ponía muy ansiosa.

Le mandé varios mensajes, aliviándome al ver que sí le llegaban. Así que estaba ignorándome a propósito, ¿tanto se enojó con lo que pasó en la mañana? Tampoco era para tanto, sólo un poco de desorden, nada sin arreglo, además de que cuando ella bebía dejaba en peor estado el departamento.

— ¿Habrá pasado algo con Jake mientras yo no estaba?—susurré para mí misma y me senté de golpe cuando un pensamiento cruzó por mi mente. Si Jake se estaba... Tocando, fue porque hizo algo con Sylvie pero ella se sintió culpable y se fue, dejándolo con las ganas y también por eso ella ignoraba mis mensajes.

Sentí una extraña sensación en mi estómago y recordé algo del pasado, algo que se me había olvidado casi por completo.

"— Hera... ¿Ese chico de allá no te parece guapo? ¿Cuánto le das del uno al diez?—terminé de acomodar mis cosas en mi mochila y miré al chico que Sylvie señalaba, ese era nuestro segundo día después de haber comenzado nuestro primer año de secundaria, así que seguía sin conocer a mis compañeros. Miré al chico atentamente, era guapo pero la verdad no era mi tipo.— Yo le doy un siete.

— Igual yo, supongo.—me encogí de hombros."

El malestar que sentía se intensificó con ese recuerdo y me toqué el vientre cerrando los ojos con fuerza. Nunca fui muy buena en darme cuenta de los sentimientos de las otras personas, necesitaba obligatoriamente que me dijeran las cosas porque por mí misma nunca me daría cuenta.

Más recuerdos llegaron a mi mente; Sylvie hablando con Jake, su sonrisa mientras estaba con él... Su expresión cuando le dije que Jake me gustaba. Sentí las lágrimas correr por mis mejillas, ¿cómo es que no me di cuenta antes de que Sylvie tenía sentimientos por Jake?

¿O es que inconscientemente lo ignoré?

— Haneul, ya hablé con... ¡¿Por qué estás llorando?!—Jisung entró a la habitación, arrodillándose frente a mí con una mirada de preocupación. Traté de limpiar mis lágrimas pero seguían saliendo sin que pudiera evitarlo. No pude responderle porque no podía parar de sollozar.

Me sentía como la peor amiga, no, era la peor mejor amiga.


Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora