capítulo 5

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— Gracias por su compra, tenga una linda tarde.—le sonreí al cliente después de entregarle su café. Miré el reloj, la persona del siguiente turno se estaba tardando en llegar, si no llegaba pronto no alcanzaría a Sylvie en su trabajo.

Suspiré cuando lo vi entrar disculpándose por llegar tarde y dando una excusa tonta, siempre hacía lo mismo pero justo en ese momento no tenía tiempo de reclamarle. Me fui a cambiar el uniforme lo más rápido posible y salí corriendo del lugar.

Sylvie trabajaba cerca así que esperaba llegar a tiempo. Sonreí cuando la vi salir acompañada de Sunghoon.

— ¡Sylvie!—grité agitando mis brazos, ambos voltearon a verme y se detuvieron. Me acerqué a ellos con la respiración agitada, necesitaba hacer más ejercicio.— Tenemos que hablar.

— ¿Sobre?

— ¿Por qué te fuiste así? ¿Pasó algo con Jake?—frunció el ceño y apartó la mirada.

— No, ¿qué pudo haber pasado con ese tonto?

— ¿Podemos hablar a solas?—pregunté mirando a Sunghoon, este asintió mirando a Sylvie.

— Te espero adentro.—besó su mejilla y volvió a la tienda. Mordí mi labio inferior preparándome para hablar, Sylvie me miraba expectante.

— ¿Te gusta Jake?

— ¿De qué demonios estás hablando? Claro que no.

— En el pasado... ¿Jake te gustaba? Antes de que me gustara a mí... —se quedó en silencio y suspiró.

— ¿Y? Como dijiste, eso está en el pasado.

— ¿Por qué no me dijiste?—murmuré bajando la mirada. 

— ¿Para qué? No es como si hubiera querido estar en una relación con él... Además te comenzó a gustar, así que decidí olvidarlo, lo último que quería era que nos peleáramos por un imbécil.—la miré con los ojos llenos de lágrimas, era la mejor, ¿qué hice en una vida pasada para merecerla como mi mejor amiga? 

— Pero si me hubieras dicho que te gustaba nunca me habría gustado y tal vez hubieras estado con él...

— No, gracias, prefiero cortarme una mano a salir con él.—sonrió acariciando mi mejilla.

— ¿Entonces por qué te fuiste?

— Por algo que pasó, no quiero verle la cara a ese imbécil... Y no me fui, sólo me quedaré con Sunghoon unos días, volveré, no te preocupes.—la abracé con fuerza.— Hera... 

— ¿Si?—la miré sorbiendo mi nariz.

— Nada, sólo... Cuídate, cuídate mucho. Sabes que siempre estaré aquí para ti, ¿verdad?—asentí confundida, todo lo que decía se sentía raro, ¿me estaba ocultando algo?— Te quiero mucho.

— También te quiero mucho, Sylvie.

Nos despedimos y ella se fue con Sunghoon, al parecer tendrían una cita o algo así, la verdad no entendía muy bien la relación que tenían, se trataban como novios pero no lo eran, tampoco eran amigos. 

Decidí pasar por el supermercado, quería devolverle el gesto a Jake preparándole algo de cenar. Recordaba que su comida favorita era el pollo frito y el galbitang, pero este último platillo saldría muy costoso, así que opté por el pollo.

Al llegar a casa me puse a limpiar un poco mientras escuchaba música, Jake no llegaba hasta las siete u ocho de la noche, así que tenía tiempo. Me gustaba mantener el departamento limpio, si tenía tiempo trataba de limpiarlo todos los días al llegar del trabajo pero la limpieza intensiva la hacía los fines de semana, especialmente los domingos. Aunque el fin de semana pasado se me había olvidado por completo por lo que sucedió.

Apreté la escoba al recordar a Jake sudando y jadeando mientras se tocaba... Me sonrojé agitando la cabeza para alejar esos pensamientos de mi cabeza, no quería pensar en eso cuando nos quedaríamos solos toda la semana.

Después de limpiar me puse a preparar el pollo siguiendo una receta que había visto en internet. Mientras marinaba el pollo me puse a divagar, ¿qué tal si Jake no iba al departamento esa noche? ¿Y si llegaba y decía que no tenía hambre o que ya había cenado?

Comencé a sentirme ansiosa y luego de dejar el pollo marinándose en el refrigerador fui por mi celular, enviándole un mensaje a Jake.


Oye, ¿vas a venir al departamento más tarde? 


Dejé el celular en la mesa del comedor y suspiré volviendo a la cocina, comencé a pelar unas papas para hacer un puré, las corté en trozos no muy pequeños y después las puse a hervir. Aproveché ese momento que no tenía nada que hacer y revisé mi celular, Jake había visto el mensaje un par de minutos después de que lo envié pero no respondió.

Mordí el interior de mi mejilla sintiéndome más ansiosa.— Tranquila, Hera, ¿por qué siempre te pones así cuando le haces una detalle a alguien? Nada malo pasará, en todo caso te comes la comida tú sola y ya.—me dije a mí misma y respiré profundo, pensando que había sido un error dejar de ir a terapia, aunque bueno, no me alcanzaba el dinero para pagar, no es como que la había dejado por decisión propia.

Iba a revisar las papas cuando mi celular comenzó a sonar, lo tomé sorprendiéndome y aliviándome al ver que Jake me estaba llamando, me apresuré a contestarle.

— Hey.—respondí nerviosa y luego me di un golpe en la frente, ¿hey? ¿quién responde así?

— Hey.—me respondió soltando una risa.— ¿Por qué preguntas si iré al departamento? ¿Invitarás a alguien? ¿A tu amigo Jisung?

— ¿Qué? No, no, es sólo que... Estoy preparando pollo frito y quería saber si te gustaría cenar conmigo, digo, para no hacer comida de más...

— Me encantaría, sí.—sonreí al escucharlo.— Aún tengo una clase más pero estaré allá en una hora y media.

— Perfecto, aquí te espero.

— Nos vemos.—colgó la llamada y quise dar brinquitos de felicidad pero me detuve al ver que el agua de las papas se estaba escurriendo de la olla, corrí a quitarle la tapa y le apagué a la flama.

— Tengo que calmarme o si no quemaré la casa.

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora