capítulo 26

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Estuvimos dos días más en Brisbane. Acompañamos a mi padre a su primera sesión de diálisis, se sintió un poco mareado y con náuseas, el doctor le dijo que así sería hasta que se acostumbrara al tratamiento. También lo acompañamos a que viera a un dietista, el cual le dejó una dieta que obviamente no le gustó pero no le quedó de otra, tenía que comenzar a cuidarse.

El último día antes de irnos fuimos a ver al hermano de Jake y almorzamos juntos en una cafetería cerca de su universidad. Era un chico muy alegre y divertido, desde el momento en que Jake me presentó como su novia comenzó a llamarme cuñadita, lo cual por alguna razón me hizo muy feliz. Nos platicó un poco de su carrera y se veía la pasión que tenía, estaba segura de que tendría mucho éxito como doctor.

El jueves por la tarde regresamos a Seúl, estábamos muy cansados por el viaje así que Jake se fue a dormir apenas llegamos al departamento. Yo por mi parte me fui a dar una ducha, había quedado con mi jefa que trabajaría en el turno de la tarde junto a Sunoo ese día, era lo que menos podía hacer por haber estado ausente tres días seguidos.

Dejé una nota para Jake junto a su cama, avisándole que estaría en la cafetería hasta las nueve o diez de la noche, sonreí mirándolo dormir plácidamente y besé su frente, cuidando de no despertarlo. Salí del departamento rumbo a la cafetería.

Antes de llegar pasé por una tienda a comprar un detalle para Jungwon, quería agradecerle por haber trabajado por ambos en esos días. Recordé mis primeros días trabajando ahí, si en ese entonces había sido muy cansado, para Jungwon debió ser peor ya que teníamos más clientes, muchísimos más.

Llegué a la cafetería, Jungwon estaba preparando unas bebidas por lo que no se dio cuenta de mi presencia. Pasé al vestidor y me cambié rápidamente, salí poniéndome junto a mi compañero, provocándole un susto. Contuve la risa, casi tira el batido que estaba preparando en ese momento.

— ¿Haneul? ¿Qué haces aquí?

— Trabajo aquí, tonto.—respondí imitando el tono que había usado su primer día y solté una ligera risa.

— Creí que estarías más tiempo con tu papá.—fui a lavar mis manos.

— También yo, pero cuando le dije que me había tomado unos días en el trabajo me dijo que no faltara más, que el trabajo era más importante. Además Jake tiene que asistir a sus clases, ya faltó a muchas por haber ido conmigo.—me acerqué a él, mirándolo adornar los batidos justo como le había enseñado.— Yo llevo eso, dámelo, ¿para qué mesa es?

— La de la esquina, donde están dos chicas.—hizo un movimiento con la cabeza, señalando la mesa y asentí poniendo las bebidas en una charola para ir a entregarlas.

Me aproximé con cuidado y dejé las bebidas en la mesa tratando de no interrumpir la conversación de las chicas. Una de ellas volteó a verme y me agradeció con una sonrisa. Le devolví la sonrisa y me di la vuelta para irme.

— Espera...—volví a mirarlas, la que me estaba hablando era la otra chica.— Tu cara me suena, ¿nos hemos visto antes?

— No creo.—negué con la cabeza aunque siendo sincera, yo también sentía que la había visto antes.— Si me disculpan, tengo que irme.

Hice una reverencia antes de volver a mi lugar detrás de la barra y seguí la conversación que había dejado a medias con Jungwon. También hablamos sobre las tutorías, me dijo que Sullyoon y él estudiaron los temas que ya habíamos visto en todas las clases, haciendo un repaso.

Le propuse que nos viéramos el fin de semana para recuperar el tiempo perdido, me recordó que el sábado era la fiesta de Sunoo, se me había olvidado por completo. Al final quedamos con vernos el domingo para estudiar.

— Oye, las chicas a las que les llevaste las bebidas no paran de mirarte y murmurar cosas.—Jungwon me susurró.

— Pasa seguido, es que soy muy hermosa.—bromeé riendo.

— La verdad sí.—dijo con sinceridad y dejé de reír. Carraspeé apartando la mirada, cómo pude olvidarme del enamoramiento de Jungwon, me di un golpe mental por andar diciendo tonterías frente a él.— Lo siento, creo que no debí decir eso.

— Está bien, no pasa nada.—lo miré dándole una sonrisa. 

Inconscientemente mi mirada fue hacia las chicas, quedándome fría al reconocer a la chica de antes por la posición en la que se encontraba en ese instante. 

Era la chica con la que Jake se estaba besando.

— ¿Estás bien? Te pusiste pálida.—escuché a Jungwon y aturdida agité la cabeza murmurando algo que ni siquiera yo entendí.

Después de iniciar la relación en ningún momento tocamos el tema de la otra chica, tampoco le mencioné que los vi besarse ese día. No lo creí necesario después de escuchar que yo era el amor de su vida. Me parecía imposible que alguien engañara al amor de su vida, al menos esa era mi forma de pensar.

Entonces... ¿Por qué me sentía tan mal al ver a esa chica?

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora