capítulo 12

4.7K 438 244
                                    



— ¡Por fin terminamos!—Jake se dejó caer en el sillón secándose el sudor de la frente.

— ¿Tienes hambre? Puedo preparar algo...

— ¡No! Acabamos de limpiar la cocina, no quiero ensuciarla otra vez...—hizo un puchero.— Pidamos comida, yo pago.

— Si esa es tu reacción por la cocina no quiero saber como te pondrás cuando tengamos que usar el baño.—solté una risa sentándome a su lado.— Paguemos mitad y mitad.

— Yo pago, no me dejaste lavar los platos en la mañana así que no te dejaré pagar la mitad.—me señaló y fue por su celular para pedir la comida. Apoyé mi cabeza en el respaldo del sillón y suspiré, ¿ya no estaba enojado porque lo rechacé?

Volvió unos segundos después preguntándome qué quería comer y no pude decidir, al final pedimos tteokbokki y boneless de pollo.

— Voy por un refresco, ¿quieres uno?

— Sí, por favor.—asintió yendo a la cocina.— ¿Qué hacemos mientras llega la comida?—pregunté cuando regresó con dos latas de refresco, me dio una sentándose en el piso y me senté a su lado.

— No sé... ¿Jugamos verdad o reto?

— Mmm... Bueno, empieza tú.—abrí mi refresco y le di un sorbo.

— Reto.—sonrió.

— Bien... Envíale un mensaje a tu amigo Jay diciéndole que... ¿Tiene novia?—negó bebiendo de su refresco.— Dile que está muy feo y que por eso no tiene novia.

— Oye, eso es cruel.

— ¿Y? Me molestó mucho que me agarra la mano de esa manera. Además no creo que le importe, se ve muy lleno de sí mismo.—dije haciendo que Jake riera ligeramente, tomó su celular enviándole el mensaje a su amigo y después me lo mostró.— Muy bien... Mi turno, escojo verdad.

— ¿Por qué te sorprendiste al saber que soy virgen?—aparté la mirada sonrojándome.

— No sé, eres muy coqueto que creí que habías estado con muchas chicas...—murmuré jugando con mi cabello.

— Pues no... La única mujer que me ha visto desnudo aparte de mi madre eres tú.—me sonrojé aún más, ¿no le daba vergüenza hablar de eso?

— Ya, sigues, ¿verdad o reto?

— Verdad.—le di una mirada, queriendo molestarlo también.

— Ya que estamos hablando de eso... ¿Te masturbaste pensando en mí?

— Sí.—respondió con la cara seria, sólo pude abrir los labios con sorpresa, sintiendo calor en todo el cuerpo. Tomé un cojín, comenzando a pegarle con este.

— ¡Cochino, sucio!—decía mientras le pegaba.

— ¡¿Qué?! ¡Tú preguntaste!

El timbre del departamento sonó haciendo que detuviera mis golpes, Jake aprovechó para huir y fue a abrir la puerta. Abracé el cojín y bajé la cabeza, escondiendo mi rostro. En vez de enojarme o darme asco, el pensar que se había tocado pensando en mí... Me ponía caliente.

— Ah, yo también soy una degenerada.—murmuré para mí misma.

— La comida llegó.—dejó la comida en la mesa de centro.— Iré por platos.—lo seguí con la mirada, no lo había notado antes pero tenía buen cuerpo. Y sus manos...

Agité la cabeza dándome palmaditas en la cara, repitiéndome en la mente que pensara en gatitos o en cosas asquerosas. Ah, en momentos como ese agradecía ser mujer.

— Estás muy callada.—se sentó dándome el plato.— Perdón, no quise incomodarte.

— No, no es eso...—le sonreí sirviéndome de la comida.— ¿Seguimos jugando?

— Sí, sí.—su rostro se iluminó y solté una risa.— Es tu turno, ¿verdad o reto?

— Mmm... Reto.—le di un trago a mi bebida sin quitarle la mirada de encima, sabía muy bien el reto que iba a ponerme y estaba ansiosa por cumplirlo.

— Te reto a... Ser mi novia por una semana.—me ahogué con el refresco tosiendo con fuerza, ¿ser su novia? Sentí que me daba golpes en la espalda.— ¿Estás bien? ¿Quieres agua?

— Quieres... ¿Quieres que sea tu novia?—la voz me salió rasposa por la tosedera, me miró fijamente y asintió como un niño pequeño.— ¿Y si me niego?

— No puedes negarte a hacer un reto.

— Claro que puedo.

— No puedes, si te niegas tienes que beber alcohol y no puedes tomar alcohol.—solté una risa pasándome las manos por la cara.

— ¿Por qué no me hiciste besarte o algo?

— Porque no quiero que me beses y después hagamos como que no pasó nada.—su ceño se frunció ligeramente, ¿siempre había sido tan... Cursi?

— Mira, en este momento no quiero una relación, primero debo amarme a mí para poder amar a alguien más...

Su expresión se relajó y asintió acomodándose para mirar el techo. Ninguno de los dos dijo nada luego de eso. Miré la comida en mi plato y comencé a comer, ya se estaba enfriando y recalentarlo en el microondas arruinaría su sabor, Jake soltó una risa y giré mi cabeza para verlo.

— Quiero cambiar mi reto... Te reto a darme un beso.—tragué la comida que tenía en la boca y le di un trago a mi refresco.

— Me hubieras dicho antes de empezar a comer.—volvió a reír.

— Sólo bésame.—deslicé mis manos por su cuello y uní nuestros labios, el contacto fue suave al principio pero necesitaba más, por lo que comencé a besarlo con ansias, me devolvió el beso de la misma manera mientras tomaba mi cintura y la apretaba suavemente.

Pronto el aire nos hizo falta y tuvimos que separarnos, apoyé mi frente en la suya manteniendo mis ojos cerrados. Sentí que Jake frotaba su nariz contra la mía y me daba un piquito en los labios para luego separarse por completo de mí.

— Ambos necesitamos sanar las heridas que nos dejaron y conocernos más... Así que por el momento...—extendió su mano hacia mí.— ¿Amigos?—sonreí ampliamente y asentí tomando su mano.

— Amigos.

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora