capítulo 21

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— Hera, espera...—escuché a Sylvie hablar detrás de mí pero ya era muy tarde, ya me encontraba tocando la puerta de la habitación de Jake.

— ¡Sim Jaeyun!—toqué con insistencia y de repente la puerta se abrió, dejando ver a Jake con el ceño fruncido.

— ¿Qué demonios te pasa?—gruñó pasándose las manos por el cabello, al parecer estaba dormido y yo lo había despertado.

— ¿Quieres saber qué me pasa? Trajiste a una tipa a mi departamento y te estuviste besuqueando con ella en mi sillón, ensuciando mi casa, mi hogar, eso me pasa.—dije enfadada. Resopló cruzándose de brazos y me miró con desdén.

— Qué hipócrita y doble moral... Pasé por tu trabajo en la mañana, ¿y adivina qué vi? A ese maldito mocoso abrazándote por la espalda, susurrándote cosas en el oído. Se supone que vas a trabajar, no a abrirte de piernas como una...—no lo dejé terminar la oración ya que estampé mi mano en su mejilla.

Me quedé congelada viendo que se tocaba la mejilla sorprendido, no, no quería hacer eso, había actuado por impulso... Comencé a temblar sintiendo la bilis subir por mi garganta, no quería hacerle daño, eso era lo que menos quería.

— Perdóname, no quise...—se me hizo un nudo en la garganta y bajé la cabeza sintiéndome la peor escoria, esa era la razón por la que me había ido, quería superar mis problemas y mis traumas para poder estar en una relación sana con Jake.— Por favor, perdóname, perdóname...

— Hera, tranquila... —escuché la voz de Sylvie y sentí que acariciaba mi cabeza. Abrí los ojos y volteé a verla, ¿en qué momento me había acuclillado y comenzado a llorar?

— Hera...—miré a Jake en la misma posición frente a mí, hice una mueca de horror al notar la marca roja en su mejilla, se veía muy mal.— Hey, estoy bien, ¿si? Tranquila...—tomó mi rostro entre sus manos y limpió mis lágrimas con sus pulgares.

— Pero tu mejilla...

— Dije que estoy bien, además me lo merecía. Lo siento, no debí hablarte así, fui un idiota contigo otra vez y me prometí que no lo volvería a ser...—murmuró dándome caricias y apoyé mi mejilla contra su mano.

— En verdad eres un idiota.—ambos volteamos a ver a Sylvie, la cual estaba apoyada en el marco de la puerta.— Pero aún así creo que deben hablar, ser sinceros el uno con el otro... Ya me tienen harta, en serio, son un dolor de cabeza. Mejor me iré con Sunghoon, allá si puedo estar en paz.—nos hizo una seña con la mano y desapareció por el pasillo, dejándonos solos.

— Sylvie tiene razón...—susurré sin mirarlo.— Tengo que ser sincera contigo, Jake...

— Ven, vamos a sentarnos.—me ayudó a ponerme de pie y nos sentamos en su cama. Nos quedamos en silencio por unos minutos que para mí se sintieron como horas.

— No suelo hablar de esto pero creo que es necesario...—comencé a hablar.— Crecí en una familia disfuncional, mis padres peleaban todo el tiempo, por cualquier tontería iniciaban una pelea y se hacía tan grande que mi madre llegaba a irse de la casa hasta por días, era horrible...—bajé la mirada y tragué saliva, no era fácil hablar de ese tema.— Y al conocer a los padres de Sylvie, comencé a verlos como... Un ejemplo a seguir, se podría decir, ellos no pelean, no se insultan, todo lo contrario, se nota a simple vista que se aman mucho. Soñaba con tener una relación así, una familia como la suya... Pero un día leí algo sobre que los hijos siempre repiten los patrones de conducta de sus padres y me dio miedo convertirme en ellos, volverme tóxica y destructiva, era mi mayor miedo... E inevitablemente poco a poco fui siguiendo sus pasos, con Jisung, con el tipo del que te hablé e incluso con Sylvie...—guardé silencio un rato organizando mis pensamientos, respiré hondo volteando a verlo determinada a ser sincera con él.— Cuando volviste a aparecer en mi vida, creía que ya eras cosa de mi pasado pero estaba equivocada, seguía, más bien, sigo teniendo sentimientos por ti, los cuales se hicieron más y más grandes conforme nos hacíamos cercanos. Fue por eso que me enojé cuando confesaste tus sentimientos hacia mí, porque desde mi punto de vista estabas enamorado de la persona manipulable y necesitada de amor que era antes, la cual odio mucho, y sentía que no te enamorarías de mi yo actual. Sin embargo, en estos últimos meses comencé a notar que en verdad me amas y eso me dio miedo, mucho miedo, sabes que soy una persona pesimista y me imaginé los peores escenarios, que me abandonabas o que estaríamos atrapados en una relación como las de mis padres...

La vista se me nubló y me mordí el labio inferior con fuerza para no echarme a llorar, primero tenía que terminar de hablar.

— Según yo, mi plan era alejarme, sanar mis heridas y romper los patrones que me dejó mi familia para después venir a ti y decirte que también te amo, pero ya hice lo que más me temía, te puse una mano encima...—se me quebró la voz mientras acariciaba su mejilla cuidadosamente, las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas si que pudiera evitarlo.— En verdad lo siento, no quería pegarte...

— Olvida eso, ¿si? No importa.

— A mí sí...—puso su dedo en mis labios para hacerme callar.

— Ahora me toca hablar a mí.—dijo tomando mis manos.— No eres tus padres, Hera, tienes el control de tu vida y ya diste el gran paso de identificar lo que está mal, sé que podrás romper los patrones familiares, pudiste cambiar esa parte que odiabas de ti, podrás con esto también y si me lo permites, me gustaría estar a tu lado en el proceso.—habló mirándome a los ojos.— Yo también tengo patrones que romper, soy desconfiado y celoso, lo que te dije antes salió de esa parte de mí y estoy muy arrepentido y avergonzado, yo tampoco quería hablarte de esa manera, tú no eres la chica que me lastimó, no tenía que reaccionar así...—bajó la mirada a nuestras manos por un instante y después volvió a mirarme.— Esto puede ser un total desastre o lo mejor que nos haya pasado pero eso nunca lo sabremos si no lo intentamos, Hera. ¿Qué dices? ¿Quieres vivir esta aventura conmigo?

— No lo sé, Jake...

— Por cierto, se me olvidó decirlo... Jamás te abandonaría, ¿cómo podría dejar ir al amor de mi vida?—sonrió acariciando mis manos y lo miré asombrada, ¿era el amor de su vida?— Te amo demasiado, Hera, y no es porque me enamoré de tu lado manipulable y necesitado de amor, esta versión tuya me gusta muchísimo más, de hecho me enamoré más al conocerte, de verdad ha sido una experiencia bella. Ahora entiendo porque cada tipo que se hacía un poco cercano a ti quedaba encantado, eres una persona hermosa por dentro y por fuera...

— Ya te estás pasando, me tenías desde que dijiste que soy el amor de tu vida.—dije haciéndolo reír.— También te amo, Jake, te amo mucho.

Lo abracé escondiendo mi rostro en su cuello, sus brazos me rodearon cariñosamente y sentí que besaba la coronilla de mi cabeza.

— Entonces... ¿Somos novios ahora?—sonreí asintiendo sin querer alejarme. Me cargó en brazos y se levantó dando vueltas de alegría mientras reíamos.

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora