capítulo 17

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— Esta será tu habitación, perdona que todavía estén algunas de nuestras cosas, no tuvimos tiempo de sacar todo.

— No pasa nada.—entré a la habitación dejando mi maleta en el piso y miré a Heeseung.— Gracias por dejar que me quede con ustedes.

— No agradezcas, sólo estamos ayudando a una amiga.

— ¿Ustedes me consideran su amiga?

— Claro, eres amiga de Jake así que también eres nuestra amiga.

— Gracias...—le sonreí.

— Bueno, te dejo para que te acomodes. Jay va llegar en una hora, le diré que venga a recoger sus cosas.—asentí mirándolo salir de la habitación.

Me senté en la cama y le di una mirada a la habitación, ese sería mi espacio por al menos un mes. Suspiré tomando mi maleta para guardar mis cosas en el armario. En el buró había una caja algo grande y me ganó la curiosidad, me acerqué para ver qué contenía, sorprendiéndome al ver que estaba llena de dulces y frituras.

Habían cajas así en otros lados de la habitación, así que las revisé también. Todas tenían dulces, no tanto como la primera pero sí tenían bastantes.

— Wow...

— ¿Qué haces?—me asusté al escuchar la voz de Jay y por accidente le di un golpe a la caja, haciendo que todo su contenido se cayera en el piso.

— Lo siento, lo siento.—comencé a recoger los dulces.

— Déjame ayudarte.—se acercó poniéndose de rodillas junto a mí y entre ambos recogimos todo.

— ¿Son tuyos?

— Sí, me gusta comprar dulces de diferentes países y probar a ver cuales me gustan más.—me dio una pequeña sonrisa.— Déjame llevarme las cajas.

— ¿Quieres que te ayude?

— No, no, descansa, sé que trabajas todo el día, debes estar cansada. Nos vemos mañana.—tomó un par de cajas y salió de la habitación, sonreí ligeramente, no era tan malo como creía.

Cerré la puerta con seguro para poder cambiarme a mi pijama y me fui a la cama, se sentía algo extraño, siempre que cambiaba de residencia se sentía extraño el dormir en el nuevo lugar por unos días.

Busqué  mi celular, respondiendo los mensajes que Sylvie me había mandado durante el día, fue un día pesado por lo que no había podido responderle hasta ese momento. Saqué una foto de la habitación para mostrársela y sonreí leyendo sus respuestas, seguía algo molesta porque me había ido.

Escuché música durante un rato y después apagué mi celular para irme a dormir o al menos tratar.


(...)


Abrí la puerta de la habitación con el ceño fruncido y un ardor de ojos horrible, no pude dormir ni un minuto en toda la noche. Caminé al baño, el cual Heeseung me había enseñado el día anterior, el camino pasaba por la sala y justo en ese momento ambos chicos estaban ahí, platicando de cosas que la verdad no me importaban.

— Buenos días.—murmuré al pasar a su lado y entré al baño.

Al salir de bañarme ya no estaban ahí, supuse que ya se habían ido a sus clases. Volví a la habitación para terminar de alistarme antes de ir a trabajar. Me tomé mi tiempo para hacer mis cosas ya que ese departamento estaba más cerca de la cafetería. Eso explicaba porque ambos conocían a Sunoo, iban seguido cuando yo no estaba de turno.

Roommates | Jake SimDonde viven las historias. Descúbrelo ahora