Tener a mi hijo a mi lado me mantiene viva también a mí, Francisco me recuerda a su padre en muchas maneras y cómo no me va a recordar a su padre si son cómo casi dos gotas de agua.
Cuándo estamos cerca a veces huelo a su padre en él, su voz es similar, su modo de moverse asemeja mucho a él, ésto me perturba y me molesta pues quisiera a mi Joaquín de regreso.
El otro día lo sorprendí mirándome mis senos, es la primera vez que me doy cuenta de ello, sé que los hombres son así, sé que la mayoría de los hombres me miran pues mi cuerpo conserva mis formas juveniles y soy algo exuberante, mi marido me decía que si tuviera que enojarse por que los hombres me miran, no tendría ninguna amistad con personas de su mismo sexo y no podría salir conmigo a la calle, yo sé que es como una maldición de familia, a todas las mujeres de nuestra familia le ha sucedido lo mismo todas somos agraciadas y afortunadas, la madre naturaleza nos regaló abundantes curvas y un busto fenomenal que aunque me hice la reducción de busto hace unos años quiero que sepan que aún están de buen tamaño y firmes que a más de unos y unas les llama la atención.