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Me sentía terriblemente confundida con éstos comentarios de Manuela, yo encontraba antinatural que mi hijo, mi Panchito se fijara en mi cómo a una hembra y ella lo trataba en modo tan liviano y conscientemente les permitía a sus hijos de mirarla.

Me miro arrugando su frente y llevando sus ojos claros al cielo, sus carnosos labios rojos se cerraron en una mueca de desenfado y teniéndome mucha paciencia, estaba a punto de darme una disertación educativa sobre esta insólita situación.

— Lucía, escúchame bien,Manuel mi hijo mayor, comenzó a mirarme mientras dormía.

Mis labios formaron una “O” de sorpresa al escucharla, porque la conozco tanto que sé que ella duerme desnuda e imagine a su hijo que también conozco de toda una vida, mirándola en cueros.

— ¡Oh!, si querida,lo sorprendí una mañana temprano en la puerta de mi dormitorio con sus boxers escondiendo una erección enorme.

— ¡Uy!, Manuela ¡Pero que hiciste mujer! ¿Crees que estaba?

— ¡Sí, tal cual!  ¡Se estaba masturbando!

—¡Oh, Dios mío!  ¿Qué hiciste?

— Bueno, las opciones no eran muchas enojarme y castigarlo, echarlo y comenzar a cerrar mi puerta con llave o asimilar el hecho cómo algo natural y dejar que él sólo procesara la situación y se diera cuenta de que no había nada que mirar tú sabes que soy naturista y camino desnuda por la casa, así que ellos me ven casi a diario en mi traje de cómo Dios me trajo al mundo.

— Entonces  ¿Cómo? ¿Qué hiciste?

— Bueno,no hice nada  me levanté pasé junto a él le di un beso de “Buenos días” y me fui al baño a ducharme.

— ¡Y, Manuel!  ¿Él no dijo nada?

— Yo no dije nada y él tampoco fue cómo la cosa más natural del mundo.

—¡Ay, Manuela!  ¡No te puedo creer!

— Pero la cosa me quedó en mente así, a la mañana siguiente estaba atenta me desperté muy temprano aún estaba todo obscuro, después cómo estaba agradable la mañana me quedé dormida otra vez  cuándo desperté la mañana estaba clara, se veía el suave resplandor del sol y ahí, sentando un poco en penumbras, estaba mi Manuel tocándose su miembro frenéticamente y a punto de correrse.

Manuela le describía con lujo de detalle toda la escena que había sucedido aquella mañana.

Manuela le describía con lujo de detalle toda la escena que había sucedido aquella mañana

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La Sumisa De Mi Hijo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora