XXI

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—Hijo, es agradable que tus amigos me encuentren sexy … pero tú eres mi hijo.

— Mamá por favor todo el mundo piensa que eres muy sexy,  que estas buenota  que tienes unas gran tetas y qué tu trasero es el mejor que han visto en el mundo.

— Panchito por favor!.
Dejá de decir incoherencias hijo mío.

— Mamá lpm es la verdad,todos piensan eso hasta yo que soy tú hijo.

— Esta bien, hijo … pero no me gusta la idea que tú … ¿Tú?

— ¿Qué yo qué? 
Mamá, por favor.

— Francisco, no me gusta que vengas a mi dormitorio y  bueno hagas lo que haces.

Pensé que lo sorprendería, que negaría todo, no estaba preparada para lo que hizo  se río, sí se solamente río y  luego riéndose se acerco a mi rostro con su mirada desafiante.

— ¡Mamá, por favor!

— ¿Por favor qué?
No deberías hacer eso.

— ¿Estás diciendo que después de todo este tiempo ahora comienza a molestarte?

— Yo … yo no lo sabía  anoche fue la primera vez ¿Cuánto tiempo llevas haciéndolo?

— ¿Deberás?   Perdóname tanto, pero no te creo,  tienes que haberlo sabido  ¿Cómo es posible que no te despertaras con todo eso que te hacía?

— Hijo … yo … bueno, si pensabas que estaba dormida, ¿Por qué anoche te escapaste cuando te diste cuenta de que me desperté?

— No lo sé … nunca te había encontrado desnuda totalmente y anoche estabas preciosa en tu desnudez que pensé que querías que te penetrara luego me asusté un poco y huí cómo niño chiquito.

— Pero Francisco … Tú eres mi hijo … eres mi bebe, solía limpiarte, vestirte, llevarte al colegio … eso que haces no es posible … no podemos.

— ¿Por qué sigues diciendo eso, mamá? … Ya lo hicimos … ¿Cuál es el ahora el problema?

La Sumisa De Mi Hijo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora