Leyendas de Jhaustender

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Reina Vhalenia de Lamar'knory

No me lo puedo creer

Ese es el primer pensamiento de la Reina de Ghianya al entrar a la habitación de la princesa y no encontrarla en la alcoba.

Hace aproximadamente media hora que llegaron de Allenmer, el camino fue largo y agitado para los reyes. Por lo que se dirigían a la habitación real con la intención de descansar, pero se detuvieron en la puerta de su hija para avisarle que habían llegado.

Aunque los empleados se propusieron a hacerle saber a la princesa sobre la pronta e inesperada llegada de sus majestades, ellos prefirieron ir personalmente para  así poder darle una sorpresa.

Pero la sorpresa se la llevaron ellos al ver la alcoba vacía.

Así que convocaron a los sirvientes y empezaron a buscarla por el palacio, con la excusa que ya era demasiado tarde para andar de noche por los pasillos.

— Posiblemente esté en la biblioteca su majestad — se dirigió Kenia al rey en un intento de calmar la angustia de sus soberanos.

Aunque, claro,  ocasionó lo contrario.

Los gobernantes de Ghianya se dirigieron a la biblioteca, y la imagen que se encontraron era digna de un retrato:

Mevely, su hija, princesa de Ghianya, estaba dormida en un sillón de terciopelo, con su pijama de seda y un libro sobre su regaso. Justo como cuando era pequeña y se colaba a la biblioteca a las altas horas de la madrugada, simplemente a leer. En aquella época se revolvía el palacio entero buscando a la joven princesa.

Y ahora es completamente igual. La misma imagen, los mismos autores y casi el mismo escenario.Casi, porque la preocupación es más fuerte. El peligro es peor.

Y aunque haya más seguridad que antes, no hay que confiarse. No cuando tienes al peligro bajo el mismo techo.

Mejor dicho:

En los calabozos.

                                 * * *

Mevely Lamar'knory

— ¡Su alteza, es hora de despertar! — canturrea Cherryl, detrás de la puerta.

Lo que no sabe es que la princesa despertó hace horas.

No pudo dormir.

Duró media hora tratando de abrir el candado de la puerta que da acceso al área restringida de la biblioteca, pero esta no cedía, aparte no tenía a su disposición la llave requerida para abrir dicho candado. Por lo que se dispuso a buscar algún objeto que suplantara la llave.

No estuvo mucho tiempo buscando.

En primer lugar porque en realidad no encontraría nada y en segundo lugar encontró algo que llamó más su atención. Muchísimo más que encontrar la llave del candado.

Un libro.

Y no, no era cualquier libro.

No, claro que no.

Era un libro de leyendas.

El libro de leyendas de Jhaustender.

Lo tomo deteniendo su búsqueda, y ojeo el indice. En toda su vida había visto este libro. Sí, si oyó ha alguno que otro sirviente mencionar algo sobre las leyendas escritas en el.

Hasta su madre en algún momento le había contado alguna vez la historia de las Leyendas de Jhaustender, alegando qué no eran ciertas . . . 

Aunque. . . Una de sus doncellas. . . la líder. . .

Mhayila.

Una vez le contó la leyenda de los reinos de Jhaustender, su distribución original y el imperio Vampiro. Pero lo más importante que embarca la historia es La leyenda del Último Amanecer.

Esta transcurría en la primera parte del amanecer rojo. O bien llamado Amanecer de Sangre. Fue la respuesta de los hechiceros del Bajo Mundo — o Mundo Exiliado — ante la guerra entre humanos y vampiros. Estos hechiceros se mantenían neutrales y ajenos al conflicto de ambos mundos. . . O eso hicieron hasta el día que Rhomeen Frhass, joven hechicero — Miembro del consejo de Magias Oscuras— se dirigió a Undamiun — Actualmente Jhansterbax — y convocó a los reyes de las 8 naciones incluyendo Khrashtan, o también conocido como:

Imperio Vampiro.

Apesar de las que por parte de las naciones, decidieron darse tregua en lo que transcurriese la junta con el joven hechicero. Una vez que todos estuviesen sentados en la mesa de reunión del palacio de Undamiun, el hechicero se puso de pie y citó las palabras de la profecía:

Había de llegar al mundo una criatura que acabaría con la destrucción y el caos de ambos vandos. Dicha criatura nacería de una chica humana nacida en el Bajo Mundo, y un vampiro descendiente de Obem.

Ambos jóvenes serán de sangre noble a los cuales llamarán reyes. Y reinarán al final de la guerra, creando un nuevo mundo.

Según la leyenda, los líderes se asustaron tanto que en vez de aceptar el destino, desterraron al Bajo Mundo, convirtiéndolo en el Mundo Exiliado eliminado la magia y detestando en sobremanera al Imperio Vampiro. Borrando evidencias de la profecía y convirtiéndola en leyenda.

Únicamente los líderes de las naciones tienen la copia original del libro de Las Leyendas de Jhaustender.

Y sólo los hechiceros del Bajo Mundo, saben que pasó al final del Amanecer de Sangre.

Pero bueno simplemente son leyendas ¿No?


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ŲłþīMœ ÆMÆŇĔ§ĔŘ

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