Último Amanecer

Cosas extrañas

Mevely Lamar'knory:

Camina pacíficamente hasta llegar a la segunda sección del palacio, pasa por frente a la puerta de servicio, sin prestar mucha atención, hasta que escucha susurros provenientes de la misma. Se acerca dándose cuenta que no está cerrada por completo, dejando una rejilla.

Así que, percarandose que nadie la ve se asoma por dicha rejilla.

Cómo está es la hora del desayuno, no están todos los sirvientes, la mayoría están en los campos y hortalizas, custodiando a las cabras, otras están en la cocina terminando el desayuno o haciendo el almuerzo, o preparando el salón para el baile de máscaras del sábado, el cual será organizado por los mejores decoradores de los 8 reinos de Jhaustender.

— . . . Y dicen los guardias que están rondando por el bosque Nehelux — Murmura una doncella acomodándose el abrigo.

— Escuché que uno de los leñadores del reino,  vio a tres de ellos cerca del pueblo — Dice otra sacudiendo el  polvo a un jarrón.

— ¿A tres? — Cuestiona con asombró, otra de ellas acomodando una frazada. Está es rubia, mucho más joven que las otras, debe de tener 2 o 3 años más que yo.

— Si — asiente la segunda — estaban cerca del viejo roble.

— Por cierto — Murmura una de ellas que no había visto hasta ahora, el pelirroja y de la misma edad de la tercera — Escuché decir a Cherryl que iba a buscar moras para el pastel de medio día de mañana junto con las doncellas del Rey.

— Hablando de eso — Susurra la primera — Debo de decirle a Spher que las doncellas de la princesa Mevely están asustadas por su futuro, y no quieren pasar más tiempo cerca de ella.

— ¡Ay por favor Carlia! — exclama divertida la última de ellas — ¿Que vas a decirle al Rey? ¿Que las doncellas le tienen miedo a la princesa? ¡Ja! No me hagas reír. — se burla.

— Mira Didia, no te burles así que tus compañeras — la reprende la segunda — debes de entender que su temor es justificado. La princesa es peligrosa para el reino y. . .

— Didia tiene razón — se mete la tercera, señalando a la pelirroja — la princesa es inofensiva.

— ¡No me digas! — ironiza la segunda.

— Escuchame bien Lenna, es la princesa, la hija de Vhalenia y Crayrus, nuestros soberanos, merece respetó — Dice no muy contenta la rubia.

— ¡Si mamá! — Exclama ahora Didia — La conoces desde que nació, jugo conmigo ¡Tú la cargaste! Y si yo fuera una de sus doncellas estaría agradecida de estar en el mismo lugar que la futura reina.

— ¡Y no cualquier reina es una . . . !—

— ¡Ya basta! — rspeta una furiosa Cherryl aparece seguida de otras criadas— ¿Que son esos gritos? Se escuchan hasta el pasillo — Mira entre las criadas  todas ellas agachan la cabeza  apenadas.

Posiblemente les dice otras cosas, pero la princesa está sólo repite la conversación de esas criadas.

— ¿Cómo qué peligrosa? — murmura para si misma

Entonces es verdad lo que dijo la voz. . .

No.

Primero hay que buscar respuestas.

Primero hay que entrar a la biblioteca.

Primero hay que investigar sobre el libro de leyendas y la profecía de los reinos.

Primero hay que unirse con las doncellas.

Primero hay que ir al bosque.

Peligrosa, peligrosa, peligrosa.