Mevely Lamar'knory:
¿Nunca han sentido esa sensación extraña antes de que suceda algo malo? ¿Cómo sí tú cuerpo te avisará la catástrofe antes de que pase? Pues así es cómo me sentí cuando salí del bosque Nehelux junto a mis doncellas. Apesar de qué ellas me hablan yo no las podía escuchar, sólo podía escuchar ésa voz.Esa maldita voz.
El fin está cerca, ellos están cerca.
Se repite en mí cabeza cómo sí fuese una plegaria divina. Como sí me quisiese llevar a la locura con ese enigma. Ése malvado acertijo que no puedo resolver.
— Se que todo se conecta, pero ¿En donde?— cuestiono en voz alta.
Observo de manera desesperada las hojas frente a mí.
En ellas se encuentran las anotaciones de todo lo recolectado en las últimas dos semanas, desde esa tarde cuando la Reina Vhalenia entró a mí habitación para avisar sobre el compromiso con el hijo del embajador de la provincia de Molengar, hasta hace dos días cuando salí a buscar moras con las doncellas y terminé encontrando a un vampiro.
Qué irónico ¿Verdad?
En los escritos están las conversaciones de los reyes, su visita a Allenmer, las charlas de los empleados, la voz que no se reconocer y mis pesadillas.
Todo lleva a un mismo punto pero me parece irreal.
Ósea las leyendas no pueden ser realidad ¿O sí?
No sé porque, pero pensar en la fiesta de disfraces de mañana en la noche, aquello en los calabozos del palacio y mis extrañas y repentinas pesadillas, me hacen pensar que las leyendas no son sólo eso, leyendas.
Los sucesos pasados me dan a entender que no son solo palabras escritas en un papel. Tal vez sean ciertas y, como dice la voz dentro de mí cabeza, el fin está cerca.
Pero eso no me aterra, lo que me lleva a mí estado de negación e incertidumbre son los detalles explícitos de la penúltima leyenda del libro, no está completa. Lo sé, mi instinto me dice que no lo está.
Así como también me dice que la fiesta no va a tener un final feliz.
Todo está conectado, pero la pregunta aquí es ¿Donde?
Estoy por tomar nuevamente el libro de leyendas de Jhaustender, pero dos toques en la puerta me interrumpen.
— Princesa, es hora de la prueba del vestido — avisa Otea desde el otro lado de la puerta.
Suspiro, este va a ser un largo día.
* * *
Me remuevo incómoda sobre la mirada deseñosa de las doncellas. Mí madre me mira ordenando de manera silenciosa que me quede quieta.
Me encuentro dentro del maravilloso vestido que usaré en la cena de está noche. Es blanco con bordados y detalles de rosas y es se ajusta en mí cintura para después caer en diversas capas hasta el suelo. Es simplemente precioso, perfecto para una cena.
En Ghianya tenemos la costumbre de realizar una cena, una fiesta y un baile cada vez que un príncipe o princesa cumple la mayoría de edad. Son tres días de fiesta en el reino donde cada una de las naciones de Jhaustender se reúnen para celebrar el décimo sexto cumpleaños de su futuro rey, en este caso reina.
Anteriormente mis cumpleaños se celebraban con una simple cena familiar, sin escandalos, ni adornos, simplemente un poco de música de fondo mientras me cantaban un feliz cumpleaños. El único día donde se hizo una fiesta fue el día de mí nacimiento. Se hizo una fiesta inmensa que duró más de una semana. Todo el pueblo se reunión para conocer a la nueva integrante de la familia real. Y cada uno de los nobles de todas las naciones trajeron ofrendas y obsequios para la recién nacida. Claro, eso me lo contaron las más antiguas de las doncellas.
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Último Amanecer
VampirosLa guerra entre vampiros y humanos duró en la tierra aproximadamente unos 1000 años. En el transcurso de esta, cada bando defendía a su especie por razones muy diferentes las cuales se redondean a una sola : sobrevivir.