Capítulo 23

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Volver al trabajo después de las fiestas siempre ha sido horrible, pero este año Louis piensa que puede llorar por las esquinas al no poder estar con su familia todo el día tal y como lo ha hecho en navidades.

La nochebuena en su casa fue maravillosa y el fin de año con Anne, Gemma y John le dejó el mejor inicio del nuevo año que jamás hubiera imaginado. Todavía sueña con el beso que Harry le dio el primer segundo en el que la tierra comenzaba a darle la vuelta al sol de nuevo. Se siente un poco como el sol cuando está con Harry.

Ha sido muy difícil salir de sus sábanas esa mañana.

Harry le daba besos en la nuca y él pretendía dormir para que el rizado continuase con el intento de despertarle. Si bien el mayor sabe perfectamente que Louis se despierta con el primer contacto de sus labios, siempre le mima con caricias suaves hasta que no pueden prolongar mas la hora de ponerse en marcha.

Llegaron al trabajo juntos como los últimos meses y todavía no sabe cómo nadie sospecha acerca de su relación. No es que sean muy descarados, pero es cierto que pasan tiempo juntos a la vista de todos y eso no es normal, sobre todo viniendo de CEO.

Ahora, entre informes y nuevos proyectos, Louis disfruta de su té cuando una llamada resuena en su oficina y arruina su momento de relajación.

"¿Sí? Habla Louis Tomlinson" Sostiene su móvil con una mano mientras que la otra continua firmando papeles de manera sistemática y no puede evitar rodar los ojos al ver algunas cláusulas de contratos redactadas por lo que parece un niño de cinco años. Su hija lo haría mejor, por dios.

"Buenos días, Tomlinson" Louis se tensa al reconocer la voz de Carl, uno de los jefes de departamento; concretamente el suyo.

Carl Wilson es un hombre peculiar. Tiene la edad de su padre, gran bigote blanco y una calva considerable. Si tuviese la suficiente confianza le diría que se rapase definitivamente; nada puede quedar peor que lo que lleva ahora.

Tiene que decir que es amable y educado, solo que no le gusta hablar demasiado con sus empleados o pretender ser cordial cuando no le apetece. A algunos les molesta, pero Louis aprecia su honestidad y de alguna manera ha dominado el arte de tratar con su superior. Quizás por eso era de su agrado.

Sin embargo, no era su jefe directo. Se trataba de un rango mucho mayor, por lo quedan llamada suya puede significar muchas cosas, pero en cualquier caso es algo importante.

"Buenos días, señor Wilson, ¿puedo ayudarle en algo?" Le dice con voz firme.

"De hecho, querría que viniese a mi despacho, si no es molestia. Tengo que hablar con usted de un asunto y me gustaría hacerlo en persona" Louis traga y parece que se cuela por la llamada, ya que el calvo hombre resopla una casi imperceptible risa "No te preocupes, muchacho. Es algo bueno" Louis sonríe nervioso ante eso, pero queda más tranquilo.

"Por supuesto. Estaré allí en dos minutos"

"Muchas gracias, Tomlinson. Dígale a mi secretario que le deje pasar, le espero"

Con una escueta despedida, Louis organiza su escritorio y sale de su oficina, no sin antes contestar al mensaje de Liam que le confirma puede ir a comer a su oficina ese día.

Harry no está esa mañana, pues tiene una reunión en el otro lado de la ciudad que durará también parte de la tarde, pero le ha prometido una noche de cine en su casa. El compra las palomitas, así que no se pudo negar.

Camina saludando a compañeros hasta llegar al despacho de Carl, el cual está en su misma planta. El secretario de su jefe le sonríe cordial y lo invita a pasar ofreciéndole una bebida que Louis declina amablemente. Depende de lo que le vaya a contar el hombre, puede o no que se atragante con ella.

Little work || l.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora