Little work || l.s

Capítulo 29

"Te dije que teníamos que haber cogido el jet"

Louis rueda los ojos limpiando la pequeña boca de Alex llena de chocolate, mientras el niño está entretenido jugando con su móvil.

"Harry, por favor. Es innecesario, un derroche de dinero y contaminar sin motivo " Harry niega con la cabeza mientras mece a su hija en su regazo, ya que se ha quedado dormida fruto del cansancio de levantarse a las seis de la mañana.

"Vale, muy bien. Ahora, por tu alma caritativa, nos quedan dos horas de retraso en el aeropuerto con dos niños hiperactivos" Harry suena irritado, pero Louis le levanta una ceja ante su tono. No era su culpa que el vuelo a Ibiza se retrasara, y no estaba cómodo viajando en un avión privado. No es Taylor Swift.

"¿Me ves con cara de piloto? ¿O de adivino?"

Rápidamente, Harry se arrepiente de su queja hacia él y le mira cohibido "Perdón" Dice en voz baja besando la cabeza rubia de Valeria "Pero esta pequeña se va a levantar y con más energía. Puede ser un caos" Louis sonríe ante la voz miedosa de Harry. Su hija es un ángel, por favor.

"Amor, no pasa nada. Ya hemos pasado una hora aquí y han desayunado; al final nos ha venido hasta bien" Observa cómo Harry le mira con una pequeña sonrisa que siempre tiene algún tipo de efecto mágico en él.

Además, esa mañana el rizado está más guapo que nunca. Parece que se ha dejado el pelo un poco más largo para darle ese aspecto surfero de verano, pero sin dejarse de ver elegante y exquisito. La camisa blanca de lino y los pantalones grises anchos le hacen querer babear.

Iba a disfrutar mucho ese viaje a la isla, está seguro.

El mes de agosto comenzaba con el regalo que Harry le había dado en su anterior cumpleaños. Se habían cogido una semana de vacaciones que pasarían visitando el archipiélago español, pero sobre todo estarían en Ibiza.

Al principio Harry no quería llevar a los niños, pues decía que tenían que pasar más tiempo a solas, que se merecían unas vacaciones y varias razones más que Louis no iba a escuchar. No sabe si es porque estaba nostálgico o por su necesidad irracional de tener a sus hijos cerca, pero no quería ir sin ellos. Le apetecía mucho tener ese tiempo de descanso con los niños.

Harry, por supuesto, acabó cediendo, pero se le veía nervioso por algo. Supuso que lo descubriría rápido.

"Siempre eres muy positivo" Harry extiende su mano para tomar la suya y besa sus nudillos. Le encanta ese gesto y el rizado no había parado de hacerlo desde el momento en el que empezaron a salir "Si hubiese estado aquí yo solo, ya me hubiese vuelto a casa del agobio"

"Menos mal que me tienes a mí entonces" Louis sonríe amplio y Harry hace lo mismo. Se miran como si fuese la primera vez hasta que Alex los interrumpe.

"Papi, agua" Golpea suavemente el hombro de Louis para que lo mire "Por favor"

"Claro que sí, príncipe. Vamos a comprar" Louis se levanta cargando a Alex con más esfuerzo del que le gustaría. Ese año su bebé cumplía cinco años y le dolía el corazón solo de pensarlo. Siempre iba a ser su pequeño "Ahora volvemos" Le dice a Harry, a lo que este asiente silencioso.

Estaban sentados en uno de los múltiples bares que se distribuían por todo el aeropuerto después de pasar todos los controles. Comenzaba a haber cada vez más gente, aunque siendo el aeropuerto central de Londres no era para tanto.

Es por eso que solo tienen que esperar un turno para ser atendidos por un dependiente que debe tener veinte años como mucho. Es de tez negra, ojos marrones y una cara completamente libre de imperfecciones. Aunque solamente se puede fijar en la sonrisa con la que le mira.