"Me niego a comer verdura en mi cumpleaños"
"Amor, es solo un acompañamiento ¡Hasta los niños me han dicho que les parece bien!" Harry niega frunciendo el ceño y sabe que si Louis lo viese en ese instante se burlaría de él por comportarse de esa manera tan infantil.
"No quiero, Lou. No me gustan los guisantes" Un suspiro se escucha desde el otro lado y Harry añade un puchero a su berrinche.
"Está bien, nada de guisantes" Harry sonríe como un niño que acaba de conseguir su juguete favorito "Quita esa sonrisa de tu cara, Styles. Te los vas a comer tarde o temprano, ya los he puesto en el carrito y se van a casa conmigo" Harry se inquieta ante la capacidad que tiene Louis al saber lo que piensa y hace en cada momento. Lo conoce demasiado bien.
"¿Cómo sabes que estaba sonriendo?" Louis se ríe y Harry no puede evitar hacer lo mismo.
"Porque el mini-tú que llevo en el carrito también ha sonreído cuando he dicho que los guisantes están fuera del menú. Sois exactamente iguales" Ahora la risita que escucha pertenece a su tierno bebé, que al parecer había mentido al decir que le habían parecido bien las bolitas verdes para cenar.
"Ya decía yo que era raro que aceptase por las buenas cualquier tipo de verdura. Aunque no me extraña que lo diga solo por complacerte. Literalmente vive por y para lo que tú le digas" Louis hace un sonido lloroso que lo derrite de amor.
"Mi bebé es mucho más inteligente que tú, eso seguro. ¿A qué sí, cariño?" Su hijo debe asentir feliz, porque escucha sonido de besos y palabras bonitas que le calientan el corazón. Nunca había amado tanto la domesticidad como en estos últimos meses.
Hoy es su cumpleaños y siente que tiene que agradecer demasiadas cosas.
La primera la hermosa familia que ha creado en tan poco tiempo y como la vida no parecía dejar de sonreírle. Hacía muchos años que su cumpleaños era algo más que soplar unas velas y esperar a que pasara lo antes posible.
Ahora está deseando cenar en su casa con sus seres queridos. Pero, tristemente, ser el máximo directivo de una empresa supone trabajar hasta tarde incluso en fechas tan señaladas como esa. Gracias al cielo que tiene a Louis y él se ha ofrecido a hacerle 'el mejor cumpleaños de la historia'.
No duda que lo será.
"¿Y mi princesa? Seguro que ella decía en serio lo de cenar guisantes" Louis vuelve a reír y contesta divertido.
"Tu princesa por supuesto que lo decía en serio. Creo que hemos hecho mal viendo ese programa de comida saludable con ella. Está realmente obsesionada con el colesterol y la osteoporosis; ni siquiera sabe lo qué es" Harry se ríe y niega con la cabeza mientras juega con el bolígrafo en su mano derecha "Ahora mismo está curioseando la sección de galletas viendo cuál es la que más se acerca a la puntuación 'A' en la escala saludable"
"Dile que no mire esas cosas. Es muy pequeña para pensar en eso" Harry frunce el ceño, algo preocupado ante el comportamiento de su niña. No quiere que se obsesione y después acarrear con otros problemas más graves.
"No te preocupes, cariño. Ya he hablado con ella y dice que lo entiende. Solo quiere comer más verdura y fruta" Harry tararea algo más tranquilo y agradece que tengan una figura a su lado como Louis para enseñarles también "Mira, ahí viene con unas Oreos. Parece que no le ha importado demasiado que estás sean un 'E'"
"Lou, estás son mis galletas favoritas. No son muy 'sadulables', pero no importa, porque si son mis favoritas mi cuerpo lo sabe y no se pone malito, ¿verdad?"
Harry sonríe amplio ante el razonamiento que escucha de su hija y su fallos de pronunciación, y oye a Louis responder.
"Claro que sí, mi vida. Pasa exactamente eso"
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Little work || l.s
Fanfiction"Hola, monstruitos". Como cada mañana desde hace un mes, dos pares de pequeños brazos le rodean el cuello, llenando de risas el vestíbulo de aquella oficina en la quinta planta situada en uno de los edificios centrales de la ciudad. "Lou" El diablil...