No se casaron.
No hasta ocho meses después.
Faltan dos días para la boda y Harry está que se sube por las paredes. Está nervioso, pero muy emocionado. En realidad eso se queda corto.
La celebración y ceremonia serán ambas en una finca a las afueras de Londres, la cual forma parte de una de las cadenas hoteleras más grandes de Europa y cuyo dueño es un gran amigo suyo.
Louis se había encargado de la mayoría de las cosas, pero él siempre ha participado en lo que ha querido. El lugar fue decisión suya, ya que a Louis le parecía todo muy caro y lo tuvo que reservar un poco a sus espaldas. En su defensa dirá que tiene que acostumbrarse a esas cosas; casi dos años juntos y sigue algo sensible con el tema de dinero.
Ama lo independiente que es y sus ganas de colaborar; siempre deja que lo invite a comer, le compre cosas a los niños y tal. Hasta le ha hecho repartir los gastos de la casa; eso fue una discusión bastante movida que afortunadamente acabó en la cama. Como las pocas que tienen.
Sin embargo, ya le ha dejado claro que de ahora en adelante se va a gastar lo que quiera en él; aún más en el día más feliz de sus vidas.
"Déjame leer tus votos" Louis niega y se echa hacia atrás en su esquina del sofá como si le hubiesen amenazado de muerte "Por favor" Intenta sonar convincente, pero en el fondo sabe que Louis no va a ceder.
"No, no" Sigue negando con el papel en el pecho "¿Estás loco? Esto tiene que ser una sorpresa para los dos. No puedes saber lo que te voy a decir"
Harry suspira y mira su trozo de papel; solo quiere asegurarse de que está a la altura. Louis es un romántico empedernido y él presume de serlo, pero en estos momentos no está tan seguro.
"¿Y si no te gusta?" Louis le mira frunciendo el ceño, como si eso no fuera posible "Los votos se dicen antes de el 'sí quiero'. Puedes arrepentirte" Después de un silencio, Louis estalla en carcajadas.
Quizás ha sonado demasiado dramático, pero de verdad le teme a esa posibilidad.
"Eres tonto" Louis deja el papel y la mesa y él hace lo mismo al observar a su prometido acercarse para tumbarse en su pecho "Nunca me arrepentiría de casarme contigo" Eso le devuelve un poco la tranquilidad y le alegra como nada en el mundo.
"Nunca digas nunca. No sabes cómo seré como tu esposo" Louis le mira feliz y Harry hace lo mismo. Sabe que la razón de esa sonrisa es por denominarse su esposo.
"¿Cómo vas a ser? Ilumíname" Dice el ojiazul juguetón y Harry sonríe en el mismo plan.
"Pues planeo besarte mucho más" Louis alza una ceja sin dejar de sonreír.
"¿Más?" Harry une sus labios y responde en ellos.
"Mucho más" Hace que el hombre encima de él hunda su cara en su cuello y comienza a acariciar su pelo "También pienso llevarte a miles de sitios que sé que te mueres por visitar, presumirte ante todos, llamarte mi esposo en cualquier momento, cuidarte para siempre..." Hay una pausa algo larga "Follarte todos los días" Louis levanta la cabeza de su pecho con la boca abierta y falsa molestia.
"¡Harry, ibas muy bien!" Harry no puede evitar reír y besarle otra vez. Es adictivo hacerlo desde el primer día y su obsesión no ha dejado de aumentar "Además" Dice Louis cuando se despegan "Todo eso ya lo haces, y te quiero así. No me arrepentiré" Le dice en un susurro que le hace sonreír.
Es tan feliz.
"Está bien saberlo"
"¡Papás!" La puerta se abre y con ello unos niños entran corriendo con sus tíos siguiéndoles por detrás. Cara y Zayn entran con bolsas y las dejan en la cocina justo antes de volver a salón.
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Little work || l.s
Fanfiction"Hola, monstruitos". Como cada mañana desde hace un mes, dos pares de pequeños brazos le rodean el cuello, llenando de risas el vestíbulo de aquella oficina en la quinta planta situada en uno de los edificios centrales de la ciudad. "Lou" El diablil...